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Juanma Moreno, este 13 de julio en Madrid
Juanma Moreno, este 13 de julio en Madrid

Moreno no quiere adelantar Elecciones ni con el viento a favor en Andalucía

Aunque no pocas voces desde Génova insisten en anticipar Elecciones, el presidente andaluz apuesta por centrarse en superar la pandemia y consolidar la recuperación antes de ir a las urnas.

| Esther Jaén España

 

Hay ruido de urnas en Andalucía. En los cuarteles generales de los partidos no se habla de otra cosa que del posible adelanto electoral; una posibilidad que no obstante niegan con rotundidad tanto el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, así como el Vicepresidente y líder territorial de Cs, Juan Marín, convencidos ambos de que la agenda debe centrarse en superar la pandemia y consolidar la recuperación, por mucho que los vientos electorales les sean muy favorables.

Mientras, en el PSOE de Pedro Sánchez esgrimían la excusa del inminente adelanto electoral para forzar la celebración de Primarias en la federación socialista andaluza para desechar esa posibilidad. Celebradas las primarias se mantiene esa estrategia, pese a la amplia victoria del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, sobre la secretaria general, Susana Díaz, obligada posteriormente a hacer las maletas y dejar el partido en manos de Espadas, que tomará las riendas el próximo viernes, 23 de julio, sin oposición ni resistencia ya dentro de la familia socialista andaluza.

Espadas necesita tiempo para organizar el partido a su imagen y semejanza, curar heridas abiertas tras el proceso de primarias y tenerlo engrasado para afrontar unas elecciones andaluzas.

La cuestión es que, pese a su victoria, Espadas necesita tiempo para organizar el partido a su imagen y semejanza, curar heridas abiertas tras el proceso de primarias y tenerlo engrasado para afrontar unas elecciones andaluzas. Eso es lo que no están dispuestos a concederle, precisamente, desde los cuarteles generales de Génova 13.

Según han confirmado fuentes de la dirección nacional del PP a EsDiario, “las encuestas nos dan incluso mejor de lo que se ha publicado: rozamos la mayoría absoluta y lo mejor es que las izquierdas no suman de ninguna manera; no hay que dar tiempo a Espadas a poner a punto su partido y su oferta electoral”.

 

Las prisas de Pablo Casado y su secretario general, Teodoro García Egea, por pillar a contrapié al PSOE y apuntarse otra pieza de caza mayor electoral, como la que ya se apuntó con la victoria en la Comunidad de Madrid chocan, sin embargo, con los tiempos de Moreno Bonilla.

“El presidente -asegura un dirigente andaluz- no ve claro el adelanto electoral, porque ha dicho por activa y por pasiva que no adelantaría las elecciones y porque es de manual que si el electorado entiende que se convocan las elecciones de forma oportunista pueden pasar factura y castigar en las urnas a quien las convocó…”

La cuestión, según estas fuentes, está en encontrar un buen relato. Y en eso está Moreno Bonilla: en construir un relato que – argumenta uno de sus allegados- le van a servir en bandeja “estos de VOX, que son un peligro… seguro que no fallan y anuncian a bombo y platillo que no apoyarán los Presupuestos andaluces”.

Las fechas que se barajan son dos: la más inmediata, el último domingo de noviembre, el 28 de noviembre, es una de las que tiene marcada en su calendario.

Con la inestimable colaboración, sea o no voluntaria, de VOX, Moreno Bonilla tendrá servido en bandeja su relato: el bloqueo presupuestario y la necesidad de convocar elecciones, para superarlo. Solo falta, pues, ponerle fecha a ese adelanto electoral. Y también en eso está el presidente andaluz, según su entorno.

Las fechas que se barajan son dos: la más inmediata, el último domingo de noviembre, el 28 de noviembre, es una de las que tiene marcada en su calendario. Para ello, tendría que disolver el Parlamento el martes 5 de octubre. En ese momento, la negociación presupuestaria no sólo habría arrancado, sino que a habría dado tiempo suficiente para escenificar una ruptura de las conversaciones.

Solo Moreno Bonilla tomará la decisión

La siguiente fecha que Moreno Bonilla tiene en mente y que sería prácticamente un adelanto técnico, apenas 8 meses antes de agotar la legislatura, es -según los suyos- el mes de abril, el primer domingo, probablemente, para evitar la Semana Santa y los muchos desplazamientos que pueden alejar de las urnas a los votantes.

Si se decanta por el domingo 3 de abril de 2022, la disolución de la Cámara andaluza se producirá el martes 8 de febrero. Moreno Bonilla tiene todos los escenarios dibujados en su agenda; soporta la insistencia de la dirección nacional, que quiere un adelanto ya, para no dejar sola en sus hazañas a la madrileña Isabel Díaz Ayuso y solapar su victoria del 4-M con otro triunfo en Andalucía, que se cuidarían de atribuir al liderazgo de Casado.

Está todo pensado en los cuarteles generales de Génova. Ahora solo falta que el presidente de la Junta de Andalucía, que es el único a quien compete disolver el Parlamento y convocar elecciones, se decida a ejecutar lo que quiere… o lo que le intente imponer. Y no es persona de decidir nada de lo que no esté convencido en primera persona.