Maroto no se disculpa y carga en VOX la navaja enviada por un trastornado

Si Ángel Gabilondo gobernara en Madrid, algo que las encuestas consideran prácticamente imposible, la actual ministra de Industria, Reyes Maroto, sería su vicepresidenta: fue la última imposición de Pedro Sánchez, dueño y señor de las listas socialistas y, también, del discurso que le ha hecho mantener al candidato oficial, autor de un espectacular giro desde el veto a gobernar con Pablo Iglesias hasta unir su futuro a Podemos.

En ese contexto hay que entender el paso dado por Maroto para presentarse ante la opinión pública como un objetivo del "fascismo" y su precipitada irrupción en público presentando una amenaza recibida, consistente en una navaja probablemente manchada con pintura roja, como una consecuencia de los mensajes de VOX.

Solo unas horas después de lanzar esa grave acusación, se supo la verdad del origen del cuarto paquete remitido a un dirigente de izquierdas, tras los sobres con balas dirigidos a Pablo Iglesias, Fernando Grande Marlaska y María Gámez: un enfermo mental, residente en El Escorial, había remitido el paquete, adjuntando su nombre y dirección reales.

La "alerta antifascista" de la izquierda contra Vox y Ayuso alcanza cotas de locura

De inmediato VOX reclamó una disculpa a la ministra, anunciando que se personaría en todas las denuncias anunciadas por los dirigentes de la izquierda para garantizar que se llegara hasta el final de las invitaciones. Por todo ello, se esperaba con expectación una nueva aparición de Maroto, que se ha producido este miércoles en TVE.

Lejos de rectificar, la responsable de la Industria española ha insistido en vincular las amenazas, al parecer conocidas desde el pasado viernes pero difundidas tres días después, con el partido de Abascal y Monasterio. 

"La democracia en riesgo"

 "Si yo estoy amenazada hoy, en parte es por su discurso de odio y de llamarme Gobierno criminal," volvió a decir, ahondando en el mantra que repite todo el PSOE desde la víspera: "Está en riesgo la propia democracia española".

Aún más, y pese a que el autor de las amenazas está perfectamente controlado, Maroto trazó un paisaje dramático de su vida y del riesgo que puede sufrir: "Yo estoy protegida, pero mi familia ayer pasó un día muy desagradable, porque no sabemos hasta dónde puede llegar la locura de personas que son capaces de mandar una carta con una navaja o con balas".

Curiosamente, a pesar de sus palabras previas, también lanzó un mensaje para su acosador,  reclamando que se reforzara la atención de la salud mental, resentida por la pandemia.