| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pere Aragonés y Pedro Sánchez
Pere Aragonés y Pedro Sánchez

El independentismo aprieta a Sánchez y ve la amnistía como próxima cesión

La consejera catalana Laura Vilagrá, ha reconocido que la “mesa de diálogo” entre Sánchez y Aragonés traerá la amnistía, dejando patente cuál podría ser la nueva cesión de Moncloa

| M.C España

Este mismo miércoles, Moncloa retomaba una de las imágenes que llevábamos tiempo sin ver: una reunión entre Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, y Laura Vilagrá, consejera de presidencia del gobierno catalán. Una primera toma de contacto entre ambas partes que ha llegado después del batacazo electoral del PSOE en Andalucía y de las anteriores reuniones entre Generalidad y Moncloa por el caso Pegasus. 

En el acto entre ambas partes no llegaron a tomarse medidas concretas, pero sí acordaron en que habrá una reunión entre Sánchez y Aragonés antes de que acabe la temporada política en agosto. Una nueva “mesa de diálogo” que contentará a los independentistas, reflejando una “bilateralidad” que aupa al secesionismo, dejando ver la imagen de que ambas administraciones son “diferentes”, aunque formen parte del mismo país. 

Pero ahora sabemos que esa reunión ha sido mucho más fructífera para los separatistas de lo que Moncloa había señalado en un principio. Y es que Vilagrá, ha asegurado este jueves que en la reunión con Bolaños, "se abrió la opción de una agenda antirrepresiva para los próximos meses”. 

Es decir, que Moncloa podría haberse abierto a nuevas cesiones que podrían incluir modificaciones legislativas como los delitos de sedición y rebelión, que son justo las causas pendientes de los independentistas fugados por el referéndum ilegal del 1 de octubre. Además, según la consejera de la Generalidad, esos cambios repercutirían a los recursos contra los indultos de los dirigentes independentistas que estuvieron en prisión. Según la consejera catalana "todo este conjunto de cambios significarían acabar en una amnistía”.

Así lo ha señalado en una entrevista en Rac1 donde ha destacado que julio será clave en esta "agenda de desjudicialización”. Preguntada por si esta agenda podría incluir la modificación del delito de sedición, ha señalado que este podría ser un "ejemplo", y ha resaltado que algunas de las posibilidades que han abordado pueden articularse con más inmediatez y facilitar otras, ya que algunas son más complejas, según ella.

Ha añadido que modificaciones legislativas y otras herramientas "se podrían utilizar para acabar con la criminalización del movimiento independentista" y, preguntada por si abordó en la reunión el papel del exministro Jorge Fernández Díaz, ha explicado que no abordaron este asunto en concreto.

"Ayer expresamos en qué se podría concretar la desjudicialización y empezamos a hablar" de la posibilidad de que en julio se avance en este sentido, ha remarcado, y ha detallado que abordaron los recursos contra los indultos de los dirigentes independentistas que estuvieron en prisión, así como causas pendientes y los delitos de sedición y rebelión, entre otros asuntos.

Junts, al quite: exige explicaciones a Aragonés sobre la reunión con Sánchez

Por su parte, y unido a la crisis interna que vive el gobierno separatista en Cataluña entre ERC y Junts, el vicepresidente catan y consejero de Políticas Digitales y Territorio de esta última formación, Jordi Puigneró, ha pedido explicaciones a Aragonès sobre esa reunión que tendrá con Sánchez. Un movimiento victimista en el que ha asegurado que toda la negociación se ha llevado a cabo por parte de ERC sin tener en cuenta a Junts per Cataluña.

Y es que Puigneró asegura que no ha habido "ni explicaciones ni dimisiones” sobre el tema del hackeo a líderes secesionistas con “Pegasus”, y que “se ha vetado una comisión parlamentaria en el Congreso y se ha conocido una nueva bofetada del Consejo de Europa sobre que no se han tomado medidas para paliar este caso gravísimo de espionaje, del que también se ha pronunciado el Parlamento Europeo”.

Por ello, cree que no ha cambiado nada y que, en consecuencia, las relaciones con el Estado "siguen congeladas" a la espera de que den explicaciones y haya dimisiones. "Quiero entender que esta reunión no ha servido para iniciar un proceso de descongelación de las relaciones con el Gobierno porque no hay ningún elemento que hagan ver que las relaciones deben descongelarse. Todo lo contrario", ha recalcado.