La Eurocámara levanta ampollas: prohíbe coches de combustión e híbridos en 2035

El pleno del Parlamento Europeo, ajeno a lo que realmente pasa en las economías familiares, sigue dando pasos para que a partir de 2035 todos los turismos y furgonetas nuevos que se comercialicen en la Unión Europea sean "cero emisiones", lo que en la práctica supone la prohibición de los vehículos de combustión, incluidos los de gasolina, diésel y hasta los híbridos.

Esta decisión de la Eurocámara, adoptada por 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones, no está exenta de polémica, ya que muchos ciudadanos y expertos advierten de que generará “coches más caros” y con ello “un parque automovilístico más viejo y que la mayoría de ciudadanos no tengan posibilidad de acceder a un vehículo nuevo”.

Sin embargo, esto no ha sido obstáculo para que grupos como el socialista, el de los verdes europeos e incluso el liberal voten a favor y saquen adelante esta prohibición. "Si queremos reducir las emisiones, tener una movilidad asequible, sostenible y limpia y transformar nuestra industria, tenemos que votar a favor de este reglamento", ha defendido el eurodiputado del PSOE y vicepresidente de la comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara, César Luena.

Los socialistas han reprochado al Partido Popular Europeo el voto en contra del acuerdo, voto que su portavoz, Jens Gieseke, ha justificado en que la prohibición supondrá "vehículos más caros y la pérdida de miles de puestos de trabajo" y "llevará a la industria europea al declive". "Europa está conduciendo su industria automovilística hacia un callejón sin salida", ha recalcado.

El vicepresidente de Los Verdes europeos y eurodiputado de En Comú Podem, Ernest Urtasun, ha celebrado “el liderazgo de la Unión Europea en la electromovilidad, a favor de un transporte más limpio, la neutralidad climática y una mayor competitividad”, sin apelar a las dificultades de los ciudadanos para acceder a un coche eléctrico.