| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Santiago Abascal junto a Ignacio Garriga.
Santiago Abascal junto a Ignacio Garriga.

Vox decide ignorar al PP y a Casado: "No vamos a responder a sus peleitas"

Los de Abascal han puesto las luces largas, puesto que supone que no habrá elecciones en casi dos años. En este tiempo se ocuparán de crecer y concitar una mayoría contra el presidente.

| Ana Martín España

No puede decirse que Vox no esté disfrutando con el castigo recibido por el PP en Cataluña, después de cómo les trató Pablo Casado -dicen- en la moción de censura del pasado octubre. 

Santiago Abascal se ha apresurado a llevar los resultados a la política nacional para crear lo que de momento es una ilusión óptica pero su verdadero objetivo: sorpasar al PP y convertirse en el principal partido de la derecha. Aunque las empresas demoscópicas afirman que tienen un techo electoral más bajo que el del PP. Y desde la dirección de los populares les recuerdan que el ni el PP ni el PSOE han sido nunca sorpasados en unas generales. 

En cualquier caso, en Vox han puesto las luces largas, puesto que supone que no habrá elecciones en casi dos años, hasta diciembre de 2022, cuando tocan las andaluzas (otra cosa es que Juan Manuel Moreno las adelante). En este tiempo quieren "crecer", resumen desde su dirección a ESdiario.

Crecer y aglutinar el voto de los españoles que "quieren echar a Sánchez". El presidente y no Casado, afirman en la sede verde, es su verdadero objetivo a batir. Y de ahí no se van a mover.

A Casado -continúan- lo mejor es ignorarlo. La estrategia respecto al principal partido del centro derecha se condensa en esta frase que subraya la dirección de Vox a este periódico: "No vamos a responder a las peleitas del PP". En otras palabras: quieren que los populares se cuezan en su propia salsa.  

En Vox se frotan las manos cada vez que Casado o algún miembro de la cúpula del PP les ataca. Porque se ha demostrado que eso acaba volviéndose contra los populares como un bumerán, para desesperación de Génova 13. "Están -sostienen en Vox- obsesionados con nosotros". 

El líder de los populares les dedicó varias atenciones en su discurso del martes ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP: "Lo cómodo sería sumarse a las estrategias extremistas que están destruyendo nuestra convivencia y dar rienda suelta a la polarización y a la confrontación por un puñado de votos. Pero el Partido Popular no busca eso, no existimos contra ningún español, sino a favor de todos", remachó.

Pablo Casado durante el último Comité Ejecutivo Nacional del PP.

 

La única que ha entendido que atacar a Vox no da sino quita es Isabel Díaz Ayuso, a la que su estrategia de huir del enfrentamiento con Rocío Monasterio y Santiago Abascal le está sirviendo para tener una buena socia externa y, a la vez, mantener a raya a Vox en la Comunidad de Madrid.   

El objetivo que perseguía el presidente del PP cuando pronunció su famoso "hasta aquí hemos llegado" dirigido a Abascal era el difícil equilibrio de romper con Vox y a su vez abrir los brazos a sus votantes. Pero estos últimos no hilan tan fino, y se han dado por aludidos todo este tiempo. Por insultados. 

Y lo peor para el PP, reflexionan en Vox, es que el hundimiento de Ciudadanos obligará a los populares a contar mucho más con ellos en las comunidades. Porque ambos partidos están "condenados a entenderse". 

Por lo pronto entre Casado y Abascal sigue la incomunicación total. Como ya contó este diario, no ha habido ninguna llamada después de las elecciones catalanas, como tampoco la hubo antes. Únicamente un intento de acercamiento del líder del PP a su examigo cuando a la madre y la hermana de Abascal les apedrearon su tienda, a principios de noviembre. La respuesta del presidente de Vox fue el silencio. Y así siguen ambos.