El Gobierno destina un dineral en los sueldos de los altos cargos de Podemos

El Portal de Transparencia se encuentra actualizando las retribuciones que han percibido todos los altos cargos del Gobierno de coalición durante 2021. En este último ejercicio, los ministerios liderados por cargos de Podemos no han escatimado en gastos tal y como demuestra el portal. Y es que entre los cinco ministerios de los socios de Gobierno de Sánchez, se han gastado 3.8 millones de euros en salarios de altos cargos.

El ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 que dirige la ministra Ione Belarra, empleó la mayor cantidad de dinero público de los cinco ministerios, en total 1.79 millones de euros para pagar a sus altos cargos. Se da la circunstancia de que 2021 fue el año en el que el entonces vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, dejó su cargo en el Gobierno para presentarse como candidato a las elecciones de la Comunidad de Madrid, con el fin de competir contra Isabel Díaz Ayuso.

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En los tres meses completos de 2021 que ejerció como vicepresidente y ministro, el exlíder de Podemos cobró un total de 19.722,19 euros, es decir, 6.574 euros al mes. 310 euros más al mes que Ione Belarra en la actualidad.

Entre los altos cargos también destacan hasta cinco directores generales, dos de ellos dejarían su puesto tras la salida de Iglesias del Gobierno, lo que implicaría dos nuevos nombramientos. En total, 422.776,65 euros en 2021.

Ministerio de Trabajo

El caso del Ministerio de trabajo y de Yolanda Díaz es el segundo ministerio morado que más gasta en altos cargos: 779.532 euros. La gallega empezó el 2021 como ministra de trabajo unicamente, por lo que cobraba 18.714,54 euros durante los tres primeros meses del año, 6.223 euros al mes. 

Con la salida de Iglesias pasó a ser Vicepresidenta Tercera, por lo que su retribución aumentó hasta los 6.600 euros mensuales y tras la remodelación del Gobierno de Sánchez en el mes de julio alcanzó finalmente su puesto actual, el de ministra de Trabajo y Vicepresidenta Segunda, aunque sin cambiar apenas su retribución.

Ministerio de Igualdad

El ministerio de Irene Montero tiene un gasto total en altos cargos de 774.585 euros, muy cerca del de Yolanda Díaz. Montero ha reportado un salario de 74.858 euros, el salario más bajo de todos los altos cargos del ministerio, a diferencia de la Delegada del Gobierno contra la Violencia de Genero, que se embolsa 99.577 euros anuales.

 Un dinero, sumado al presupuesto general que maneja el ministerio de Irene Montero, que no ha servido para atajar el gran problema social: la violencia machista. Y es que las cifras de asesinatos y agresiones sexuales siguen siendo bastante altas pese a las medidas que intenta sacar adelante la cartera de Igualdad.

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Ministerio de Consumo

El ministerio dirigido por Alberto Garzón baja hasta los 668.406 euros en retribuciones de altos cargos, dado que cuenta con uno menos, siete en total, donde su subsecretario se embolsa 115.012 euros, o lo que es lo mismo, 9.500 euros al mes por las campañas más polémicas de todos los ministerios y tras cargar contra la carne, el vino, el transporte privado o los juguetes.

Entre sus últimas ocurrencias se encuentra el consejo de beber el agua del grifo frente al agua embotellada. En total, 60 millones de euros al año que le cuesta su ministerio a las arcas públicas para conseguir los mayores disparates y campañas absurdas de la legislatura socialista.

Ministerio de Universidades

 El ministerio del exministro "fantasma" Manuel Castells acumula 492.122 euros gastados en sueldos de tan solo cinco altos cargos. Mientras el que fuera ministro hata final de año  tan solo cobra 2.000 euros menos anuales que los demás ministros, el gran montante se lo llevó su Secretario General de Universidades y su subsecretario, con 118.663 y 112.477 euros anuales respectivamente.

 Joan Subirats, el sucesor de Castells en la cartera desde diciembre de 2021,  presentó por su parte hace tan solo unos días la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), que reemplaza la norma vigente redactada hace más de veinte años y sirve como contrapeso a las críticas recibidas por la inutilidad del ministerio y la necesidad de legitimarlo.