| 16 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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A José Blanco se le ha oído decir que Pedro Sánchez quiere "matar al padre"; a él.
A José Blanco se le ha oído decir que Pedro Sánchez quiere "matar al padre"; a él.

José Blanco, preso de un ataque de nervios al temerse que Sánchez va a por él

El campo de batalla del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo arde. Solo la defenestrada portavoz, Iratxe García, milita en el pedrismo. El resto: aparato de los antecesores del líder.

| Javier Ruiz de Vergara España

Despejado el escenario en el Congreso de los Diputados, en el que José Luis Ábalos ejercerá provisionalmente la Portavocía hasta el 39 Congreso Federal del 17 de junio, Pedro Sánchez tiene varios frentes abiertos en la recomposición de sus equipos. Pendientes del primer encuentro entre el reelegido secretario general y el presidente de la Gestora, Javier Fernández, para abordar estos asuntos, los socialistas dan por hecho que el histórico Vicente Álvarez Areces continuará hasta el cónclave siendo el rostro visible del PSOE en el Senado.

Pero mientras elige a los miembros de la que será su nueva ejecutiva y negocia las listas de compromisarios al congreso de junio, Sánchez tiene abierto un delicado frente en el Grupo Socialista del Parlamento Europeo. Y, además, en un momento decisivo, en plenas negociaciones sobre el Brexit y su derivada en Gibraltar, y con la ofensiva independentista de Carles Puigdemont llamando a las puertas de la UE.

De los catorce eurodiputados socialistas, sólo Iratxe García es afin a Sánchez. Y fue defenestrada por la Gestora tras el Comité Federal del 1-O

Y es que la situación en Bruselas es bien paradigmática de la cruenta guerra que ha sacudido al PSOE en el último año. Las elecciones europeas se celebraron el 26 de mayo de 2014 y justo dos meses después, el 26 de julio, Pedro Sánchez alcanzó la Secretaría General del PSOE por primera vez tras derrotar a Eduardo Madina.

Consciente de la catástrofe electoral en la que el PSOE se hallaba sumido, el entonces líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba confeccionó una candidatura para Bruselas acomodando a varios exministros y altos cargos de José Luis Rodríguez Zapatero y de su propio aparato.

Entre ellos, José Blanco, Ramón Jaúregui y Juan Fernando López Aguilar. Junto a ellos, Rubalcaba puso a su número dos, Elena Valenciano, y a su más estrecho colaborador, Enrique Guerrero; y a varios secretarios de Estado como Inmaculada Rodríguez Piñero y Soledad Cabezón. De esta forma, entre los 14 eurodiputados socialistas tan sólo había una pedrista de carné, Iratxe García. En un gesto a Sánchez, el secretario general que llegaba, García se convirtió en la líder del Grupo Socialista en Bruselas.

Pero tras la defenestración de Sánchez a manos de Susana Díaz y los barones, García presentó su dimisión y fue relevada -a propuesta de la Gestora- por el tándem Jaúregui-Valenciano. En la reciente guerra de las primarias, García fue la única que militó e hizo campaña por el pedrismo. De los 13 eurodiputados restantes, once son susanistas declarados. El representante del PSC, Javier López, se declaró neutral. Y la vasca Eider Gardiazabal, nieta de Ramón Rubial, hizo campaña por Patxi López.

"Viene a matar al padre", ha reconocido José Blanco a los suyos sobre las intenciones de Sánchez

"Los susanistas están desolados, esperando la purga a manos de Iratxe", asegura a ESdiario un eurodiputado español. Y eso que dos días antes de las primarias, José Blanco aseguraba a quien quería escucharle que Sánchez "tiene más apoyos de los que esperábamos pero menos de los que él cree".

Miedo a un bandazo en un momento clave

Sin embargo, tras conocer su victoria, Blanco ha expresado a su círculo de confianza su convencimiento de que Sánchez "viene a matar al padre", al recordar que fue el propio exnúmero dos del PSOE quien le situó en primera línea al promocionarlo en 2013 en algunas tertulias de televisión. Además, Sánchez fue asistente en Bruselas de la exeurodiputada Bárbara Dürkhop.

Entre los populares europeos no se oculta la preocupación por el posible bandazo que el Grupo Socialista pueda protagonizar en los próximos meses. Y se destaca que en los asuntos decisivos -Brexit y el intento de Puigdemont de europeizar el proceso soberanista- los socialistas han mostrado un ejemplar sentido de Estado con Jáuregui a la cabeza.

E Iratxe García, reconocen, no deja de provocar algunos recelos. Si Sánchez decide reponerla en su cargo de jefa de los eurodiputados, como estos esperan, el nuevo líder habrá ejecutado su otra venganza: contra José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba.