El Orgullo quiere meter en Colón a tanta gente como el PP, Vox y Cs

El Orgullo vuelve este sábado a las calles de Madrid después de dos años. El colectivo LGTBI protagonizará la manifestación más multitudinaria en 16 meses, desde la que tuvo lugar el 8 de marzo de 2020 con motivo del Día de la Mujer ya en plena pandemia (de ahí la polémica que suscitó). 

No es que la de Colón contra los indultos no fuera masiva, todo lo contrario. Pero aquella del 13 de junio convocada por la Plataforma Unión 78 y secundada por el PP, Vox y Ciudadanos no fue una manifestación sino una concentración estática. 

De ahí que, todavía con el coronavirus al acecho y restricciones en vigor, la de este sábado suponga un gran reto para la Policía Municipal y Nacional en todo su recorrido, desde la glorieta de Carlos V hasta la plaza de Colón. 

Dado que el final será Colón, las comparaciones serán inevitables. Los organizadores quieren, al menos, meter allí a 25.000 personas, ésa es la previsión que han enviado a la Delegación del Gobierno en Madrid, según fuentes de esta última consultadas por ESdiario. 

La Delegación estimó que el domingo 13 de junio hubo en aquella plaza 25.000 personas protestando contra los indultos a Oriol Junqueras y otros ocho condenados por sedición y malversación, aunque la Policía Municipal multiplicó la cifra y la elevó a 116.000.

La multitudinaria concentración contra los indultos del 13 de junio.

El martes hubo una reunión entre la delegada del Gobierno, el jefe Superior de Policía de Madrid, varios representantes del Ayuntamiento de la capital (Seguridad y Emergencias, Policía Municipal, Samur y Bomberos) y organizadores, FELGTB y COGAM.

Todos ellos acordaron que este año no habrá carrozas ni tampoco escenarios, y que además los manifestantes marcharán en cuatro columnas en lugar de en una sola para evitar aglomeraciones en la medida de lo posible y mantener la distancia interpersonal de 1,5 metros, aunque no será fácil. 

La Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid ha enviado un informe a la Delegación del Gobierno sobre la marcha del Orgullo (es habitual que lo haga con cada manifestación de cierta entidad) en el que no pone pegas a la convocatoria. 

Ésta se producirá en la misma semana en que el Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de la ley LGTBI y trans, que ahora será enviado a los órganos consultivos del Estado para que emitan sus dictámenes. Un paso, éste, en el que Carmen Calvo espera que el articulado sufra cambios importantes, como parte de su venganza contra Irene Montero.