| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Reyes Maroto posa con una fotografía ampliada de la navaja a las puertas del Congreso.
Reyes Maroto posa con una fotografía ampliada de la navaja a las puertas del Congreso.

La "alerta antifascista" contra Vox y Ayuso alcanza cotas de locura

El PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos culpan a los de Abascal de ser los culpables de la enajenación de un esquizofrénico que envió una navaja a la ministra de Industria.

| A.I.M. España

 

La alerta antifascista del PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos alcanzó este lunes cotas de locura con la utilización contra Vox -y por extensión contra Isabel Díaz Ayuso- de un esquizofrénico que envió una navaja a su despacho a la ministra de Industria, Reyes Maroto

A pesar de que a primera hora de la tarde la Policía Nacional ya había aclarado que se trataba de un enfermo mental residente en El Escorial, que incluso puso su nombre y apellidos en el remite del sobre, la izquierda siguió con el relato de la democracia en peligro que empezó la semana pasada. A propósito de las cartas con balas recibidas por Pablo Iglesias, Fernando Grande-Marlaska y María Gámez.

A última hora de la tarde, la propia Maroto, que llevará Economía si gobierna la izquierda, sostuvo en un mitin que los de Santiago Abascal habían sido los inductores de la enajenación de un enajenado: "El odio de esa ultraderecha y del fascismo todos los días llegan como un altavoz que resuena. Y acaba, en este caso, en una persona vulnerable mandando una carta deseando mi muerte. Contra ese fascismo, los socialistas decimos basta".

Mitin de Ángel Gabilondo en el que, además, su presencia no estaba prevista ni anunciada. Pero los socialistas aprovecharon la ocasión.

Ya por la mañana, cuando la Policía aún no había comunicado la autoría de la carta, la ministra de Industria se plantó a las puertas del Congreso con una fotografía ampliada de la navaja y con una copia de la denuncia que acababa de poner en la comisaría que hay en la Cámara Baja.

La ministra Reyes Maroto en el Congreso.

 

Se plantó y por primera vez señaló directamente a los -a su juicio- culpables: "Hoy todos los demócratas estamos amenazados de muerte si no paramos a Vox en las urnas", sostuvo mientras enseñaba los folios a todas las cámaras y fotógrafos por ella convocados. Poco después entró en el informativo de la SER, Hora 14, para proclamar: "No nos pueden callar. Tenemos que defender la democracia". 

A partir de ahí vinieron los mensajes de condena, la solidaridad con la ministra, el "no pasarán" de la izquierda... Vino la interpelación directa de la candidata de Más Madrid, Mónica García, a Díaz Ayuso, que se preguntó: "¿Cuántas amenazas más hacen falta para que Ayuso deje de avalar la política del odio de la extrema derecha? Y vino nuevamente el señalamiento de Pablo Iglesias a la prensa: "Las mentiras, los insultos, y la campaña a favor del fascismo de ciertos poderes mediáticos tiene que parar de una vez", dijo en un vídeo colgado en Twitter.

En la radio de Prisa, Maroto reconoció que en realidad el sobre llevaba en las dependencias del Ministerio desde el viernes. Ella estuvo allí toda la tarde, y de hecho tuvo una videoconferencia a las cuatro de la tarde y otra a las cinco, ambas con altos cargos del Gobierno de México, como prueba este tuit colgado por su gabinete de prensa al terminar.

 

Sin embargo, según la titular de Industria su secretaria no descubrió la carta hasta este lunes por la mañana. Y en vez de que fuera el Ministerio de Industria o el de Interior el que informara, los socialistas eligieron un mitin para dar a conocer la amenaza. Uno a mediodía de Adriana Lastra con Ángel Gabilondo sobre diversidad en la sede de Ferraz. 

La portavoz del PSOE en el Congreso se encontraba interviniendo desde el atril. En esto que le pasan una nota, la lee y anuncia: "Me acaban de pasar una nota y es que a todo delito de odio lo precede un discurso de odio (...). Desde aquí, no vais a pasar. Al fascismo, no vais a pasar, se acabó, se acabó. Esto sí que va de democracia".

A partir de ahí, el PSOE decidió que la realidad no iba a desviarle de su relato, y así fue. En la primera aparición pública tras conocerse la identidad del remitente, Gabilondo lo dejó claro: "Por un lado estamos tranquilos porque ha sido encontrada la persona que amenazaba, pero no nos tranquiliza que el discurso del odio cree condiciones de posibilidad para que personas de uno u otro tipo puedan hacer estos atentados que inquietan a la democracia. Y sobre todo atentados a personas concretas con nombres y apellidos en este caso Reyes Maroto", argumentó.

Molesta, Díaz Ayuso señaló en un mitin por la tarde: "Nosotros condenamos todo tipo de violencia.  Pero todos recibimos en algún momento como responsables políticos amenazas, y la diferencia es que unos no lo comentamos, lo llevamos a las instituciones pertinentes y no estamos haciendo circos", zanjó.