| 04 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Podemos intensifica la presión para que el Rey "condene" en público a su padre

Los morados ya han exigido que el mensaje navideño de Felipe VI debe hacer alusión de forma explícita a Don Juan Carlos para "condenar"

| ESdiario España

Podemos sigue maniobrando e intensificando su presión contra la Monarquía.  El objetivo ya no es el Rey Emérito, al que ha criticado y sometido a un juicio público por las presuntas irregularidades financieras que están siendo investigadas, sino que también pretenden hacer de esta una razón más para acabar con Felipe VI. De hecho, ya exigen que esta Navidad "condene" públicamente a su padre.

De hecho, ha sido el el secretario primero de la Mesa del Congreso y dirigente de En Comú Podem, Gerardo Pisarello, el que ha insistido en que lo "mínimo" que puede hacer el monarca durante su discurso de Navidad es "condenar" las actividades irregularidades de su padre Juan Carlos I y ha subrayado que si opta por "callar", será un signo de "debilidad" de una institución "a la defensiva" que habrá perdido "su razón de ser".

 Pisarello considera que la propia Casa Real admitió hace unos meses que el Rey Emérito pudo cometer "posibles acciones fraudulentas", al haber retirado su asignación, y que el propio Juan Carlos I, en su discurso de 2012, sostuvo que las personas con responsabilidades públicas debían tener una actitud "ejemplar" y que, cuando responsables públicos estaban implicados en irregularidades, era "normal que la sociedad reaccionase".

Por ello, el diputado de Unidas Podemos cree que Felipe VI tiene que hacer mención a la situación de su padre y lanzar un mensaje de condena, defender que se "investigue hasta el final y a fondo" este asunto y dejar "claro" que debe haber transparencia en torno a la monarquía para que ningún miembro de la Casa Real pueda tener privilegios.

Todo ello para Pisarello sería la "reacción adecuada" de un "rey ciudadano, respetuoso con la legalidad constitucional que juró cumplir". Sin embargo, "callar" y fingir que este año "no ha pasado nada" sería un signo de "debilidad" y revelería también que la Monarquía está "a la defensiva", y finalmente, un signo de que la institución "ha perdido su razón de ser en la sociedad".