| 26 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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La broma pesada que Sánchez gastó a Casado en privado en pleno cortejo a ERC

El socialista no tiene plan B. Sigue en sus trece de lograr un acuerdo con ERC que le permita gobernar en coalición con Iglesias. El tiempo juega en su contra, pero él guarda las apariencias

| Ana Isabel Martín España

"No hay plan B". Lo reconoció abiertamente la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, después de que Pedro Sánchez se reuniera, por separado, con Pablo Casado y con Inés Arrimadas en el Congreso. 

El candidato a la investidura -de momento sin fecha- entró a ambos encuentros con la intención de pactar con Esquerra y salió igual. Sabe que es preso de su pacto con Pablo Iglesias, refrendado por las bases del PSOE de forma abrumadora -el 92%-, y que ese matrimonio imposibilita a su vez cualquier acuerdo con el PP y Ciudadanos. 

 

Sánchez no tiene nada que ofrecer a Casado y a Arrimadas. No quiere ofrecer nada. Si acaso aceptaría una abstención altruista que sabe que, por otra parte, jamás se producirá.

No obstante, en un momento del encuentro con el líder de la oposición, después de cinco semanas de incomunicación total por parte del presidente en funciones, Sánchez le sugirió a Casado que no haría falta que se abstuviera todo el grupo parlamentario popular. Que bastaría con que lo hicieran 13 diputados del PP, para sustituir así a los 13 de ERC.

El presidente del PP no se tomó en serio la propuesta del creador del no es no. No lo era, sino que más bien parecía una broma pesada. Por más que Lastra afirmara después en rueda de prensa: "Si tanto le preocupa Esquerra a Casado, puede abstenerse". 

En privado el socialista intenta transmitir calma y que el acuerdo con Esquerra va por el buen camino. Las apariencias importan mucho. Pero el socialismo vive con el corazón en un puño estos días, y Sánchez en el filo de la navaja catalana. 

Están a expensas, sobre todo, de lo que ocurra el jueves en el Tribunal de Justicia de la UE en relación a la inmunidad parlamentaria de Oriol Junqueras, que según opinó el abogado general del TJUE el pasado 12 de noviembre (su escrito no es vinculante) debería haber tenido aun estando en prisión preventiva.

¿Y si finalmente el TJUE no se pronunciara sobre la inmunidad de Junqueras?

En los mentideros circula una teoría que permitiría que Sánchez salvara ese primer escollo: que finalmente el TJUE se declare no competente para decidir tal cosa, habida cuenta de que sobre Junqueras pesa ahora una condena en firme a 13 años de inhabilitación para cargo público.

Es algo que ya sugería el polaco Maciej Szpunar en su pronunciamiento de hace un mes, cuando se preguntaba hasta qué punto tiene sentido que el TJUE se pronuncie si Junqueras está inhabilitado por un tribunal español, el Supremo. 

De momento este lunes se produjo otro movimiento en el universo judicial del procés: la justicia belga decidió aplazar hasta febrero la decisión sobre la extradición de Carles Puigdemont y de los exconsejeros Toni Comín y Lluís Puig hasta que en Luxemburgo haya un pronunciamiento sobre su inmunidad como eurodiputados electos. Otra patada hacia adelante. 

Y después del pronunciamiento -o no- del Tribunal de Justicia de la UE vendrá el sábado el Congreso Nacional de ERC, más empoderado que nunca sabiéndose guardián de la puerta de La Moncloa. 

"Nosotros no hemos puesto ningún calendario pero vemos difícil un acuerdo antes de que acabe el año, aunque si el PSOE tiene prisa ya sabe lo que tiene que hacer para conseguir un acuerdo", señaló este lunes, desafiante, la portavoz de Esquerra, Marta Vilalta.

Este martes siguen los contactos del PSOE en el Congreso, entre otros partidos con Junts Per Catalunya y Bildu, ahora que los socialistas han decidido considerar a los herederos de Batasuna un interlocutor válido.

En cualquier caso, la negociación que cuenta sigue pasando por la cárcel de Lledoners. Y el tiempo avanza implacable contra Sánchez. Este año ni copa de Navidad quiere organizar en La Moncloa con los periodistas. No está el tiempo para distracciones ni para demasiadas explicaciones.