Preocupación en Ferraz por la "venganza" de ERC contra Sánchez tras el Supremo

La decisión del Tribunal Supremo de mantener la condena de inhabilitación al líder de ERC, Oriol Junqueras, al secretario general de Junts, Jordi Turull, y a los exconsejeros Dolors Bassa y Raul Romeva, puede tener consecuencias en las iniciativas del Gobierno de Pedro Sánchez más allá de la habitual pataleta del mundo independentista.

En el PSOE preocupa especialmente la actitud que puede adoptar Esquerra, que para ganar credibilidad ante las bases independentistas se vea obligada a endurecer su posición en Madrid y apretar las tuercas a Pedro Sánchez en un momento en el que aún hay que sacar leyes importantes adelante.

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Junts y CUP culpan a ERC

Y es que los otros partidos independentistas, Junts y la CUP, han centrado sus críticas precisamente en ERC, el partido que negoció con el PSOE la supresión de la sedición y la rebaja de la malversación. La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, ha denunciado ya este martes que “pactar con el Estado -como hizo ERC- no sirve para nada y sólo lleva a hacer el ridículo” mientras que desde el partido anticapitalista se ha apuntado a la "ingenuidad" con la que han actuado los de Gabriel Rufián.

Pero precisamente Rufián, ha defendido la utilidad de las reformas acordadas con el PSOE. Pero una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace, y los republicanos no están dispuestos a ser los que pagan los platos rotos de la decisión del Supremo, mostrando un endurecimiento de su posición ante el PSOE.

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ERC da dos 'avisos' al PSOE

Para empezar, Esquerra junto a otros partidos independentistas ha pedido que Pedro Sánchez comparezca en el Pleno del Congreso para dar cuenta de las infiltraciones de policías en movimientos sociales, tanto en Barcelona como en Valencia.

Además, ERC y Bildu han vetado la admisión a trámite de la reforma de la ley del sólo sí es sí propuesta por el PSOE, algo que ha sentado muy mal en las filas socialistas pues alargará los plazos de esta reforma mientras continúan los casos de agresores sexuales beneficiados con rebajas de penas.

Tras estos dos golpes bajos de ERC, en Moncloa preocupa que los republicanos pongan difícil el tramo final de legislatura para no quedar ante su electorado como los pagafantas del independentismo, y dificulten asuntos como la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, aún pendiente, o una futura ley de Vivienda.