| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pere Aragonés y Oriol Junqueras
Pere Aragonés y Oriol Junqueras

ERC marca el paso mientras Illa espera que la pelea secesionista le dé opciones

Los independentistas, conscientes de que tienen la llave de la gobernabilidad en Cataluña, no han dudado en hacer valer su papel obligando al PSOE a retratarse en el Congreso.

| A. Jiménez España

Todo pasa por ERC. La estabilidad en Cataluña y en el Gobierno de Sánchez depende de la formación separatista, que utilizará toda su fuerza para poder seguir marcando la agenda y los plazos. Además, quiere llegar al poder, tras un resultado electoral donde ha empatado a escaños con el PSC (33), y si no lo hace con el respaldo de Illa, lo hará con las fuerzas independentistas.

De hecho, ese es el discurso que se lanza desde el seno del partido republicano. Un cierre total de filas para conformar un Gobierno, dando la espalda al exministro de Sanidad, para jugárselo todo a la carta del secesionismo.  Esa es la vía que ahora quieren explorar los republicanos para trasladarla al Govern. Un nuevo gobierno 'Frankenstein' con tintes soberanistas, en el que el llamado derecho a decidir sea el eje vertebrador del proceso.

 "Hay una mayoría absoluta de diputados independentistas".  "Empezamos las negociaciones con la voluntad de sumar, y de sumar a todos los que compartimos esas ideas de referéndum y amnistía y de libertad de los presos políticos"."Los números son los que son", ha repetido una y otra vez Pere Aragonés, desde que se conoció el resultado electoral. 

Junqueras quiere medir las fuerzas para ver si es real la posibilidad de crear un Gobierno "transversal" con ERC al frente y  aliado con la CUP, primer partido con el que se sentará a negociar,  En Comu Podem y Junts, algo inviable a día de hoy por los innumerables vetos cruzados que existen.

Los de Puigdemont, salvo sorpresa, apuestan por la unilateralidad y siguen anclados en formar un gobierno independentista, considerando que el referéndum ya es cosa del pasado y que las urnas han refrendado al secesionismo, mientras que la agenda ideológica de la marca de Podemos y los anticapitalistas de la CUP poco tienen que ver con los llamados postconvergentes, haciendo imposible el entendimiento.

Mientras tanto, Illa sigue vetado por Junqueras, ya que según ha repetido hasta la saciedad en las últimas horas PSC y ERC son "incompatibles", aunque ambos se dejan querer al hablar de diálogo y de acuerdos ámplios.

Mientras tanto, el PSOE esperará pacientemente a observar si las luchas fratricidas dinamitan cualquier acuerdo en el seno del independentismo. Illa se presentará como candidato y no da el Gobierno por perdido, por lo que la actitud de los socialistas este martes en el Congreso de los Diputados, donde ERC presentará una moción para "negociar un referéndum de autodeterminación con el Govern de la Generalitat como solución pactada y democrática al conflicto político" tendrá un papel fundamental en el devenir de las negociaciones.

Un nuevo examen para Sánchez, que tendrá que decidir si se vuelve a plegar a las exigencias del independentismo para llegar a la Generalitat o da un portazo, que no parece definitivo, porque ERC hará todo lo posible por seguir en el poder.