Un plato típico de la gastronomía de varias provincias que tampoco engorda tanto
Antes de que comience la operación biquini, que por cierto ya no queda nada, puedes concederte el capricho de preparar unas patatas revolconas con torreznos. Sí, lo sé, es una despedida por todo lo alto, pero si los torreznos en vez de freírlos, los horneas te restas alguna que otra caloría. ¿El resultado? Prácticamente igual. Corteza crujiente, tocino húmedo y carne tierna.
En la gastronomía de Álava, Salamanca y Extremadura las patatas revolconas o patatas meneás como también se le llaman, son todo un clásico. No hay bar que no lo tenga en su carta o lo ofrezca como tapa a la hora del aperitivo. Una magistral combinación donde la patata es condimentada con ajo y pimentón, y revuelta con crujientes bocaditos de torrezno.
El torrezno, tiene fama de ser un alimento altamente calórico, y lo es. Pero esto no debe ser impedimento para consumirlo esporádicamente, y menos, cuando sabemos que el torrezno de Soria, aparte de ser el mejor, no es más que carne de cerdo adobada que ha sido curada de manera natural sin el uso de azúcares u otros aditivos. Por lo que bien le podemos hacer un hueco, ya que se trata de un chute de energía para el cuerpo. Eso sí, su consumo siempre, pero siempre, debe ser moderado.
Ingredientes
Elaboración:
1.- Lava las patatas y ponlas a cocer en abundante agua con sal hasta que estén tiernas. Escúrrelas y una vez templadas retira la piel y ponlas en un recipiente.
2.- En una sartén pequeña calienta una capa de medio centímetro de aceite de oliva y fríe los ajos rallados. Cuando comiencen a dorar añade el pimentón dulce, el picante y remueve durante unos 10-15 segundos.
Vuelca el resultado sobre las patatas y machaca hasta conseguir integrar perfectamente todos los ingredientes.
3.- Dispón las tiras de tocino en una rejilla y coloca una fuente de horno debajo para recoger la grasa que vaya soltando. Introduce ambas en el horno precalentado a 150º durante una hora. Pasados los primeros 50 minutos, voltea e hidrata con aceite de oliva todo el torrezno. Sube la intensidad a 190º para que la corteza hinche y se vuelva crujiente.
4.- Presenta las patatas con los torreznos partidos y a disfrutar de este capricho que solo debes concederte de vez en cuando.