La astenia primaveral no es una enfermedad sino un período temporal en el que el cuerpo tiene que adaptarse al cambio de estación
Todo comienza cuando los relojes se adelantan una hora para regalarnos más luz y sol. Es entonces cuando nuestro reloj biológico cambia y los organismos que no están preparados para asimilarlo correctamente empiezan a sentir cambios. Estos cambios temporales están asociados a una enorme sensación de cansancio, debilidad, tristeza sin causa aparente, irritación, falta de energía, alteraciones del sueño, ansiedad, cefaleas y un largo etcétera...
Afortunadamente la mejor ayuda es sencilla, basta con llevar una dieta saludable y equilibrada para darle esquinazo. Pero claro, comprobado está que gran parte de la población presenta carencias importantes de vitaminas y nutrientes que hacen que la primera estación del año sea todo un martirio.
1.- Olvídate de
El azúcar y la cafeína para sentir ese subidón rápido que nos activa en poco tiempo, no es lo más apropiado ya que siempre va seguido por un bajón en picado.
2.- Come alimentos de temporada
Si estás buscando energía sostenida, busca alimentos de temporada, algunos son especialmente beneficiosos para conseguir una dosis extra de energía y vitalidad que es lo que muchos necesitan para salir victoriosos.
Seguir una dieta rica en vitaminas y minerales: legumbres, cereales integrales, verduras de hoja verde y frutas entre los que hay que destacar el plátano y el aguacate, los huevos, el pollo, el pavo o el ansiado chocolate.
3.- Frutos secos y semillas
Tómalos como un saludable tentempié o añádelos a muchas de tus comidas. Tritura una buena cantidad de frutos secos con semillas y utiliza ese polvo nutritivo con aspecto de tierra húmeda en tus ensaladas, cremas, tostadas o yogures.
4.- Ejercicio
Está demostrado que el ejercicio físico es otra de las consignas para evitar y también tratar la astenia. Practicar cualquier tipo de deporte durante el invierno ayudará a adaptarse al cambio de estaciones.
5.- Sol
Tomar el sol nos carga de energía.
6.- Líquidos
Bebe mucho líquido para estar bien hidratado. Los caldos calientes dan paso a cremas y sopas frías.
Jalea real
La jalea real es una sustancia que producen de forma naturas las abejas para alimentar a las larvas, pero básicamente es el alimento que está destinado a la Reina, de ahí su nombre.
La reina se alimenta exclusivamente de jalea real y puede vivir hasta 50 veces más que una obrera, es decir, de 5 a 6 años.
Su consumo nos ayuda a:
La jalea real a veces se incluye en productos tópicos para el cuidado de la piel para ayudar al mantenimiento de una piel sana y de aspecto mas joven
¿Cómo tomarla?
La jalea real evoca el sabor de la miel, pero más acidulado.
Para consumirla, ayúdate de una espátula pequeña de plástico o madera (el metal está desaconsejado por las reacciones químicas que pudiera desencadenar).
Toma una pequeña cantidad del tamaño de un grano de arroz y colócalo debajo de la lengua. De esta forma, la jalea es absorbida a nivel sublingual y pasa directamente a la sangre. Es preferible tomarla por las mañanas antes de desayunar.
También puedes consumirla un cuarto de cucharadita disuelta en un cuarto de vaso de agua tibia con una cucharadita de aceite de oliva y unas gotitas de limón.
¡¡Precaución!!
Ginseng
La raíz de ginseng tiene la consideración legal de medicamento, sin necesidad de prescripción para casos de fatiga ya que sus raíces se utilizan desde hace miles de años en la medicina china.
Lo más recomendable es tomarlo en momentos concretos. Se aconseja que no exceda los dos gramos de polvo de raíz por día y que la duración del tratamiento no supere los tres meses como máximo.
¿Cómo tomarla?
Pues comprar directamente las raíces frescas (normalmente se adquieren en cualquier herbolario o por internet) e ir introduciendo pequeñas dosis de las mismas en alguna receta que te guste.
Por ejemplo, con el curry va muy bien y puede ser interesante rallar un poquito de la raíz al finalizar el plato, lo que le dará un olor aromático y sabor dulce.
Despierta con un chupito de limón en primavera. En vaso batidor mezcla zumo de limón, cúrcuma en polvo, cardamomo en polvo, jugo de aloe vera, agua y miel y sírvete una tostada con queso ricota, piña y anacardos o una tostada con queso mozzarella, mango y ralladura de lima.