Todo un clásico de para los amantes del dulce con decenas de usos que te harán quedar como un experto/a de la repostería
El secreto de una buena crema pastelera o crème pâtissière como dicen los franceses, está en su suave y aterciopelada textura y en su sabor dulce, ligeramente vainillado. Todo un clásico de la repostería que hará que tus tartas o bizcochos suban a una categoría superior.
Es muy sencilla de preparar y puedes experimentar con otros sabores, infusionando la leche con café, chocolate, naranja o limón, e incluso aportar un toque especial con un buen ron u otro licor que te guste.
El éxito de una buena crema pastelera es la temperatura, el batido y el pasar lento de los minutos.
Las raíces de esta crema dulce están bien ancladas en Francia, donde se originó y su uso dentro de la repostería es inmensamente amplio. Con ella puedes:
Ingredientes
350 ml leche entera
1 vaina vainilla abierta
3 yemas de huevo
3 cdas azúcar blanca
1 cda azúcar vainillada
2 cdas maicena
Elaboración:
1.- Con ayuda de unas varillas eléctricas bate las yemas de huevo con el azúcar blanco y el vainillado durante dos minutos o hasta conseguir una tonalidad amarilla pálida. Incorpora la maicena y sigue batiendo dos minutos más hasta obtener una consistencia cremosa.
2.- Pon a calentar la leche con la vaina de vainilla abierta longitudinalmente. Remueve para que todas las semillas que contiene la vaina en su interior perfumen la leche. Cuando comience a hervir retira la vaina y retira el recipiente de la fuente de calor.
3.- Incorpora muy poco a poco la mezcla de las yemas a la leche sin dejar de batir y hasta observar una crema espesa (aproximadamente 5 minutos). Si deseas una crema pastelera más ligera puedes añadir más leche, pero siempre caliente.
4.- Cubre la crema pastelera con plástico de cocina presionando suavemente para evitar que se haga costra y deja enfriar de 1 a 2 horas y listo.