| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El pastel de carne y puré de patatas al horno
El pastel de carne y puré de patatas al horno

Cómo hacer el mejor pastel de carne al horno del mundo sin perder una mañana

Esta receta está condenada al triunfo: fácil, rápida, sabrosa como pocas, barata y además sobrevive en la nevera unos días para que puedas repetir.

| Paula Ballesteros Gastronomía

 

Para los españoles, la lasaña y el pastel de carne son primos hermanos, aunque si lo dices en Italia corras el riesgo de ser extraditado a Waterloo junto a Puigdemont. Lo que, visto lo visto, tampoco parece un mal plan. De la musaka griega ni hablamos, aunque en el fondo es lo mismo: los rellenos de esos tres platos excepcionales son o pueden ser parecidos. Lo que varía es la cobertura.

Y es aquí donde esta receta de pastel de carne gana por goleada: a parecidas prestaciones culinarias a los otros dos, le gana en rapidez y facilidad, esas dos virtudes a las que apelan los perezosos en los fogones para buscar una excusa y no cocinar: amigos, alguien tiene que decirlo y va a ser esta abuela desprejuiciada. El que no cocina en casa es porque no quiere y tiene el dedo fácil con la comida de encargo.

En media hora se pueden hacer maravillosos platos para el día o incluso para guardar en tupper y tener un suministro garantizado para la semana. O para hacer recetas de aprovechamiento, que es como ahora se llama a eso que las abuelas llamábamos antes a las sobras, ideales para unas croquetas, una ropa vieja o unas empanadillas. Pongámonos pues con las manos en la masa.

Pastel de carne al horno (4 personas)

  • Tres cuartos de carne de ternera (opcional mezcla con cerdo) picada.

  • Cebolla, ajo, zanahoria, pimiento verde y ajo (apio opcional).

  • Tomate frito.

  • Puré de patatas.

  • Queso rallado.

Paso a paso

Lo primero de todo, haz una boloñesa, en grandes cantidades y guardas para unos macarrones o unas empanadillas al día siguiente. Sofríe todas las verduras cortadas en trocitos hasta que estén bien pochadas. Añade la carne picada y rehoga bien a fuego medio.

Ahí incorpora un poquito de vino blanco o, si lo prefieres, directamente un bote completo de buen tomate frito. Y deja cocer, cuanto más tiempo mejor pero en 20 minutos ya estará decente.

A la vez, haz un puré de patatas de sobre. Pero de sobre bueno y, fundamental, con leche: ponla a hervir, añade una cucharada de mantequilla, otra de aceite y algo de pimienta para que infusione todo. Cuando rompa la ebullición, retira del fuego, añade los copos del puré y remueve como si no hubiera un mañana hasta que quede bien disuelto y tirando a espeso.

 

Y el paso final. Extiende en una fuente de horno con tres dedos de alto al menos unas gotas de aceite; una capa de puré de patatas; otra de abundante boloñesa encima y una final de puré de patatas. Pon el queso rallado y al horno, fuertecito o con el grill, para que se tueste algo la parte de arriba.

Y en 15 o 20 minutos, a lo sumo, ya tienes un memorable pastel de carne que puedes adaptar a tu gusto: añade tabasco a la boloñesa si te gusta el picante. O champiñones. O dora un ajo antes de hacer el puré de patatas y júntalo todo. Lo hagas como lo hagas, vas a triunfar. Y las sobras te aguantan tres días en la nevera sin riesgos de desarrollar nuevas armas químicas.