Pedro Sánchez ha hecho un ridículo en Bruselas que dejará huella: tras pedir más dinero que nadie, se ha permitido hacer chascarrillos contra Luis de Guindos por un informe contra su impuesto chavista a la banca que, en realidad, está aprobado por todo el Banco Central Europeo. Lagarde toma nota: Sánchez pone la mano... y luego golpea con el puño.