Sánchez no da puntada sin hilo: la mentira de Calvo con la Iglesia tiene truco

A vueltas con la que ha liado la vicepresidenta Carmen Calvo con la Iglesia mientras España se derrite de calor esperando a que Pedro Sánchez se decida, Félix Madero aprovecha este miércoles su columna en VozPópuli para cargar contra el presidente socialista en funciones: "Un hombre instalado en las pomadas del poder mientras pasan los días y las oportunidades".

A juicio de Madero a pesar de la falta de Gobierno, "aquí el debate es que un obispo italiano antes de dejar de ser Nuncio del Vaticano haya utilizado su libertad de expresión para decir lo que piensa: que resucitar a Franco es una táctica de un gobierno sin las ideas claras, ventajista y escaso de recursos. A mí no me une nada al obispo Renzo Fratini, pero el cura no dice estupideces".

En su opinión, "eso de que hay motivos políticos e ideológicos es una verdad que no se rebaja porque la exprese alguien con sotana".

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Pero hay algo más detrás de la nueva polémica que puebla los titulares en las últimas horas: "En realidad, el personal se aburre y agota ante semejante forma de tomarnos el pelo. Le llaman hacer política y es sólo un teatrillo, un folletín sin alma para consumo interno".

De ahí que "la vicepresidenta comecuras amenaza con revisar la fiscalidad de la Iglesia". Pero claro, se queja indignado el periodista, "las tonterías tienen un pase, nos entretienen; las mentiras no. Y deberán pasar factura. Calvo no va a revisar la fiscalidad de la Iglesia".

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Eso es la "mentira", la "verdad" es que "el aparato de propaganda que dirige Iván Redondo nos entretiene con la señora comecuras en los telediarios mientras pretende hacernos comulgar con la idea que si su señorito cae en manos de los independentistas la culpa será de los otros. Y si cae en la mano de los populistas de Podemos, también. Y si le votan los de Bildu, ¡qué va a hacer sino aceptar con desdén los votos indeseables, necesarios!".

Madero no puede afirmar que "tenga un pacto con independentistas y filoetarras, pero empiezo a creer que Sánchez no da puntada sin hilo. Y que maneja el mundo de las percepciones con una facilidad que en la otra parte se vuelven movimientos ordinarios y cargados de culpa".