El penúltimo homenaje a David Gistau hermana a El Mundo y ABC en este reto

El Mundo y ABC pelean por lectores parecidos, cada vez menos numerosos, pero son capaces de crear una alianza al menos en un ámbito: el recuerdo y homenaje a David Gistau, columnista mítico de ambas cabeceras, fallecido el pasado 9 de febrero tras pelear durante semanas contra un accidente vascular.

Y es que ambos diarios se han juntado para lanzar el premio de Periodismo "David Gistau", dotado con 10.000 euros y destinado a engrosar el listado de grandes galardones de la profesión junto a los Mariano de Cavia u Ortega y Gasset.

Lo ha explicado el periodista Pedro Simón, amigo íntimo de Gistau y de algún modo albacea de su memoria, siempre dispuesto a recordarle a la sociedad quién era, cómo pensaba y qué diría ahora David de seguir escribiendo sus agudas columnas o lanzando sus imprevisibles opiniones en la Cope, donde tenía micrófono fijo junto a Carlos Herrera.

Las "últimas" palabras del gran Gistau en una entrevista desconocida hasta hoy

"Casi seis meses después del fallecimiento del columnista y escritor David Gistau (9 de febrero de 2020), se presenta el I Premio de Periodismo David Gistau, un certamen de Unidad Editorial y Vocento con el que las dos grandes casas del cronista quieren recuperar su memoria y rendir un homenaje al periodismo de calidad e independiente", explica Simón antes de hacer un conmovedor recuerdo de su amigo.

 "Entendía el oficio al modo de Alvite, que decía que literatura y boxeo son algo muy parecido: dos maneras distintas de escupir. Y David lo hacía como nadie. En un país que baja (bajaba) al quiosco a refrendar sus propios prejuicios, Gistau le jodía el desayuno a ese lector que le exige adhesión incondicional a su periódico, ciega filiación con sus ideas, militancia inquebrantable", rememora el también periodista de El Mundo.

"Lo celebraremos"

Para añadir una pincelada sobre el carácter del desaparecido: "Qué va. Él no. Él no era de ninguno y por eso era de todos. Si hay algo que le seducía a David, era no estar de acuerdo, sospechar de sí mismo si coincidía con muchos. Como el que dice por ahí no, por ahí no. Mejor todavía: hacía todo lo posible para que le convencieras de lo contrario, de que estaba equivocado (llegado el caso), esa esgrima dialéctica que casi nadie practica".

Pero lo más impactante es el párrafo final, en el que Simón se refiere a la familia de David en un términos impactantes: "Te cuento lo de tus premios. Los niños están genial en Comillas con los primos, David. Ya te imaginarás quién de los cuatro lo lleva algo peor. En efecto. Hablo menos de lo que debiera con Romina, pero he quedado a comer con ella y los niños la semana que viene. Nada de duelos. Una risas muy parecidas a las tuyas. El mar. Una pelota. Un cerro de patatas fritas. Las cosquillas de las olas. Y a los postres, ya sabes, todos celebraremos".