Beaumont pone a Iglesias contra las cuerdas: el núcleo de Sánchez le ha "olido"

Este martes Antonio Martín Beaumont se hace eco en su artículo de La Razón de los "coqueteos" de Pablo Iglesias en ese "subsuelo" de los oscuros aparatos del Estado en los que ahora sabemos que tanto se ha movido. Hay muchos ejemplos en la política española de como el giro de los los acontecimientos acorrala a un dirigente hasta derribarlo y aunque el "caso Dina" tenía la apariencia de un embrollo menor, el escenario empezó a complicarse para Iglesias cuando tuvo que vérselas con el juez.

Cómo será ya se habla del "caso Iglesias" al retirarle el juez la condición de perjudicado para planear su cabeza la imputación por revelación de secretos, por no hablar de la investigación de la Fiscalía General y la denuncia de Vox ante Anticorrupción por seis presuntos delitos...

Aunque el entorno de Iglesias traslada su certeza de que se dará carpetazo a la causa, Dina Bousselham admitió que el líder de Podemos mantuvo en su poder durante medio año la tarjeta SIM robada… y en sus manos acabó destruida y la fiscalía les filtró información antes de abrir la investigación, de modo que la idea de presentarse como víctima de las cloacas del Estado "se ha ido por el sumidero".

El falso testimonio de Pablo Iglesias ante el juez ya debe hacerle dimitir

Beaumont insiste en no olvidar que "este asunto fue eje de campaña del secretario general de Podemos en las últimas elecciones generales" para "venderse como garante de un Gobierno progresista y salvar los muebles movilizando a un electorado de izquierdas enfadado con la tentativa de Sánchez de anclarse en la centralidad".

Sin embargo, "como suele suceder en este tipo de affaires, los hechos se suceden ya fuera del control de su protagonista" y los "medios de comunicación libres" siguen indagando pese a la versión de Podemos.

El director de ESdiario cree que Iglesias cuenta con que sus fieles seguirán comulgando con cualquier rueda de molino ante cualquier escándalo, pero hace hincapie en que si el protagonista fuera un dirigente de centro-derecha ya se hubiese acabado su carrera.

Pero lo cierto es que "desde La Moncloa se han empezado a colocar los primeros cortafuegos para evitar que el vodevil afecte a Sánchez" y sus cercanos niegan que el presidente haya abordado el asunto con su vicepresidente.

A saber, quieren dejar claro que Sánchez no tiene información alguna por lo que pueda pasar. Y es que "la aritmética condena a la entente PSOE-Unidas Podemos, sí, pero el socialismo «oficial» ve que el olor que desprende Iglesias tal vez no se vaya a ir tan pronto como él mismo asegura".