Jesús Cacho despedaza a Pedro Sánchez y pone en duda que sea un demócrata

Es quizá el artículo más duro contra Pedro Sánchez escrito por nadie en las últimas semanas o tal vez años. Y lo ha publicado el periodista Jesús Cacho, editor de Voz Pópuli, con una contundencia inusitada en la que, incluso, pone en duda la condición de demócrata del actual presidente del Gobierno y líder del PSOE.

La andanada, titulada de manera ya muy elocuente con la pregunta "¿Sigue siendo España una democracia", el autor lo pone en duda y se lo achaca al máximo responsable de La Moncloa, con una enmienda a la totalidad de su gestión, sus alianzas e incluso su actitud.

"En España, un creciente número de ciudadanos no soporta ser engañado de forma sistemática por un personaje a quien su propio partido expulsó por considerarlo muy capaz de hacer lo que ha terminado haciendo en cuanto volvió a apoderarse de Ferraz. ¿Sigue siendo España una democracia?", se interroga. 

El fin no justifica los medios, aunque con Pedro Sánchez lo parezca

Y desarrolla una tesis al respecto: "Es una pregunta muy pertinente después de que el Constitucional declarara inconstitucional el primer estado de alarma que otorgó a Sánchez poderes excepcionales marginando al Parlamento. La pandemia ha venido a acentuar el peligro que para la calidad de una democracia tan debilitada como la española supone el acceso al poder de un personaje dispuesto a aliarse con los enemigos de la nación para mantenerse en el mismo".

El asalto al Poder Judicial

Entre todos los varapalos que Cacho le dedica a Sánchez, el más duro tiene que ver con su empeño en debilitar la separación de poderes para colonizar a su antojo el Consejo General del Poder Judicial, uno de los objetivos más claros que ha evidenciado en los últimos meses.

Con el sátrapa apalancado en Moncloa, la Justicia se ha convertido hoy en baluarte último contra la demolición del edificio constitucional

"Ocurre que el PSOE ha llegado al poder pero no ha podido ocuparlo del todo, situación que juzga intolerable. Lo tendría fácil si se aviniera a permitir que los jueces, como ordena el mandato constitucional, nombraran a sus propios representantes, pero el socialismo siempre ha entendido que eso es cosa demasiado importante como para dejarla en manos del personal togado", afirma.

Para concluir: "Y resulta que, con el sátrapa apalancado en Moncloa, la Justicia se ha convertido hoy en baluarte último contra la demolición del edificio constitucional. Sánchez necesita ocuparla poniendo al frente a sus Conde Pumpido para convertir la separación de poderes en papel mojado y acelerar el tránsito hacia ese nuevo régimen coronado por la España Federal o Confederal, al gusto del zascandil Iceta".