| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Santiago Abascal. Fotografías de Rubén Serrallé.
Santiago Abascal. Fotografías de Rubén Serrallé.

Abascal: "El muro en Ceuta y Melilla tendrían que pagarlo los partidos progres"

"No soy un salvapatrias", afirma el político de moda en esta entrevista en ESdiario. En ella habla del fenómeno Vox, de pactos, de inmigración, de la corrección política... Y sin filtros.

| Ana Isabel Martín España

Probablemente desde Felipe González, al que las españolas gritaban en los mítines que querían un hijo suyo, no se había visto en la política un fenómeno fan similar al de Santiago Abascal, el político de moda. 

El líder de Vox recorre estos días España como lo haría el ídolo adolescente Justin Bieber, bromean los suyos. Aunque Abascal es más del himno de España y del de la Legión, dos de los imprescindibles en sus mítines. Estos se han convertido en un chute de patriotismo en vena comparable al 12-1 que España le endosó a Malta.   

Abascal levanta pasiones. Algunos de sus simpatizantes se emocionan hasta la lágrima cuando les da la mano. Otros tiemblan como una hoja de papel. Hasta él mismo se sorprende de las cosas subidas de tono que le dicen... aunque no quiere romper la confidencialidad entre el votante y el político.

El candidato de Vox concede a ESdiario una de las pocas entrevistas que ha dado en esta campaña. Se celebra en Albacete, el pasado sábado por la tarde. Abascal viene de Palma resoplando, lo único que se ha comido es un atasco en la carretera. Lleva una vida acelerada y, aun así, al ponerse a hablar lo hace con una serenidad pasmosa, alejado del retrato histriónico que sus enemigos hacen de él. 

Está convencido de que su resultado del domingo será "sorprendente", y para ello habla de una "encuesta de la calle" que las casas demoscópicas no están sabiendo "olfatear". Entramos en harina.

¿Qué ha pasado en estos tres años para que de obtener 47.000 votos en las generales de 2016 Vox tenga una intención de voto de más de tres millones?

Yo espero que sean más, no me atrevo a dar un pronóstico. El resultado va a ser sorprendente para nosotros y para los que no nos quieren nada. Tiene que ver con una gran reacción de patriotismo y de cómo hemos conseguido conectar con el sentido común de la gente. Hemos abordado preocupaciones reales que estaban postergadas del debate político, y además con el lenguaje de la gente.

Nosotros no somos estrategas, pero tenemos la suerte de que las cosas que pensamos probablemente son mayoritarias. Y las que no lo son, entre comillas se nos perdonan, porque nos ven que las decimos, no las ocultamos. Nos ven en la tribuna y nos dicen 'estos no nos están engañando'.

¿El voto de Vox es un voto de protesta, de ruptura...? 

Es un voto de esperanza sobre todo. A mí cuando me paran por la calle no me dicen 'a por ellos', fundamentalmente nos dan las gracias y nos dicen que por primera vez van a votar con ilusión en su vida. Nos dicen cosas maravillosas que no nacen de una reacción de odio, cabreo o hartazgo, sino de reacciones de orgullo por España, de esperanza... Me encuentro sentimientos muy positivos.

¿Se siente con la responsabilidad de tirar del carro de centro derecha, de sacar a la gente de la abstención y lograr el vuelco?

Me siento no solo con la responsabilidad, tenemos el mérito de conseguir eso, de alterar el equilibrio de bloques tradicional y dar a los españoles esa alternativa patriótica. Nosotros no estamos, como hacen otros, llamando a la izquierda, a la derecha. Nosotros estamos por encima de eso, y sin ocultar nada.

El patriotismo no es solo una cuestión emocional, del patriotismo se come

¿Es usted un salvapatrias?  

No. Lo que creo es que España ha estado muy olvidada y todos los elementos comunes de España han sido o bien negados o han sido caricaturizados. Había mucha gente con hambre de patria, con necesidad de sentir autoestima nacional. Vox ha conseguido decirle a los españoles con un lenguaje sencillo que tenemos muchos motivos para sentirnos orgullosos. Un pueblo no puede caminar si no tiene un mínimo de autoestima, y eso nos faltaba a los españoles. El patriotismo no es solo una cuestión emocional, del patriotismo se come. El patriotismo sirve para que un país sea consciente de su fuerza, para que negocie en el ámbito internacional, para que su posición en Europa sea respetada, para que diga que su industria no se desmantela.

¿Es que ahora pintamos poco?

Yo creo que no pintamos nada y que Puigdemont esté donde está es la gran demostración. A España se la puede humillar. Sería impensable si Puigdemont fuera alemán que estuviese en Marbella descansando sin ser entregado.

Defienden una Europa de raíces cristianas. ¿Está en riesgo la identidad europea?

Es una evidencia histórica. Europa con el actual descontrol migratorio fundamentalmente islámico y con la actual demografía de las poblaciones autóctonas europeas va camino de convertirse en otra cosa si no lo remediamos a tiempo. Eso no es una cuestión racial que afecte al aspecto de los europeos, afecta a lo que tienen en la cabeza. La separación entre las posiciones políticas y religiosas va a desaparecer por obra de quienes quieren implantar la sharía. Implica también problemas de convivencia, fundamentalmente para las mujeres, que van a perder libertades. Nosotros no queremos que eso pase, queremos que Europa siga siendo cristiana.

La dictadura de la corrección política ha adquirido unos tintes tan opresivos que nos lo está poniendo muy fácil

¿Eso no es alimentar un discurso de odio contra el Islam?

No es un discurso de odio, es un discurso de amor a lo que tenemos. Critico el comunismo y no odio a los comunistas. Critico el separatismo y no odio al separatista. Yo no odio a las personas. Eso del discurso del odio es una trampa para amordazarnos, para que no podamos hablar. Ésa es la dictadura progre y afecta a todo, lo acabamos de ver con el cuento de Caperucita Roja. Es el mito heroico por excelencia y lo quieren prohibir. Eso está todo relacionado con esa dictadura de la corrección política, que ha adquirido unos tintes tan opresivos que nos lo está poniendo muy fácil, porque es ridícula.

En su programa proponen cuotas de inmigrantes "privilegiando a las nacionalidades que comparten idioma e importantes lazos de amistad y cultura con España". ¿Es una necesidad cuantificable? 

Lo hacen muchos países, Canadá, Estados Unidos, Australia... Y sí, es cuantificable. No hay más que hablar con el mundo de la empresa y saber dónde hay demanda. A partir de ahí hay que priorizar la inmigración de países de una misma órbita cultural y lingüística que se adapten con facilidad a vivir entre nosotros.

Entonces hacen la cuenta y dicen 'traemos tantos ecuatorianos, tantos subsaharianos'...

Sí sí. En función de las relaciones bilaterales. Necesitamos no sé cuántos ingenieros, jornaleros, camareros... Hay una decisión de Estado, miramos con qué países tenemos unas buenas relaciones y si se pueden integrar o no. Y después tomar la decisión en función de eso.

También proponen "levantar un muro infranqueable en Ceuta y Melilla". 

Está claro que la valla es porosa y además es dañina para las personas que intentan saltarla. Tiene que ser sustituida por un elemento más solido que no se pueda franquear y que el que lo intente no se haga daño. De todas formas el muro más importante es detener el efecto llamada, y el efecto llamada más importante son las ayudas sociales. Hay tutoriales en Youtube donde se explica qué hay que hacer al llegar a España, a qué comunidades hay que ir, dónde son más fáciles las ayudas sociales.

Todos los padres buscan un futuro mejor para sus hijos, ¿no?

Claro, y yo en esto busco un futuro mejor para nuestros hijos porque yo creo que las fronteras están para proteger nuestra identidad. Yo entiendo que esas personas buscan un mejor futuro, y que quizá sus padres les impulsen. Y tienen el deber de hacerlo, y nosotros tenemos el deber de impedirlo. Y la obligación moral de ayudarles en el terreno, en sus propias naciones, no de decirles que todo el mundo cabe en Europa, eso es una irresponsabilidad gigantesca. Por amor a los de dentro y no por odio a los de fuera.

¿Y el muro lo debe pagar Marruecos, como prometió Donald Trump que haría México con el de Estados Unidos?

O quizá lo tienen que pagar los partidos progres responsables del efecto llamada, que evidentemente no lo van a pagar. Pero hay que hacerlo. No solo un muro, sino una Guardia Civil y Policía con los medios jurídicos y materiales para defender la valla y que están viendo la avalancha de subsaharianos, muy superiores en número, y están mirando al Palacio de La Moncloa o a Bruselas para ver si están actuando correctamente. Yo estoy muy preocupado por lo desasistidos que están los guardias civiles y los policías en la frontera. Y hay una cantidad tremenda de militares y legionarios que bien podrías estar reforzando la defensa de la frontera.

Respecto al Estado de las Autonomías, ¿cómo desandar el camino andado?

Pasito a paso, como se ha andado. Si nos dicen hace 30 años que el Estado de las Autonomías va a ser lo que es la gente no se lo creería. Ahora hay mucha gente que tiene la misma incredulidad cuando decimos que hay que cambiarlo.

Todo se puede cambiar poco a poco y con voluntad política. Es posible e ineludible, el Estado de las Autonomías no se puede sostener, va a llevar a conflictos sociales y políticos. Ha lanzado un mensaje perverso: que a las comunidades autónomas gobernadas por traidores se las premia y a las que actúan con lealtad a la nación se las castiga, se las olvida, no les llega el agua. La pluralidad la garantizamos nosotros desde una visión unitaria del Estado. Las autonomías en cuanto tienen el poder lo que actúan es de manera uniformizadora. No sirven para nada realmente.

Pero se le critica mucho que usted ha vivido de él.

Precisamente por eso, porque lo conozco desde dentro. En realidad yo he criticado las autonomías cuando estaba en el Parlamento vasco. Cuando presidía DENAES (la Fundación para la Defensa de la Nación Española) y planteaba la centralización de algunas competencias, sentaba muy mal a algunos de mis compañeros. Es verdad que ahora puedo hacerlo con mucha más libertad.

Vox no va a ir a una guerra política con tirachinas mientras ellos llevan tanques. No somos imbéciles

Si piden que se supriman las subvenciones a partidos, ¿en congruencia Vox rechazará las que le toquen en función de sus resultados?

Planteamos que se vote en el Parlamento la supresión de las subvenciones a partidos políticos, sindicatos y organizaciones patronales. Ahora bien, lo que no van a conseguir los que viven solo de eso es que Vox vaya a una guerra política con tirachinas mientras ellos llevan tanques. No somos imbéciles. Pondremos los medios políticos a nuestra disposición para forzarles a eliminar esas subvenciones. O a reducirlas al 25% y ellos tendrán que tomar una decisión ante la opinión pública. Mientras existan nosotros vamos a participar en el juego político en las mismas condiciones que los demás, si no es imposible. Ya está siendo muy difícil, pero hemos demostrado que somos capaces de gestionar nuestros medios mucho mejor que los grandes partidos. 

Si quedan por delante de Ciudadanos, ¿propondrán a Pablo Casado un gobierno de coalición?

¿Y por qué no por delante del PP? Nosotros salimos a ganar y nos lo creemos, no salimos para ser la muleta de nadie. 

¿Pero entrarán en gobiernos que no presidan?

No estoy autorizado para decirlo porque es una decisión que tiene que tomar el Comité Ejecutivo nacional y sobre la que no hemos debatido. En función de las circunstancias tomaremos una decisión. Vox tiene que liderar esa alternativa política, porque si no no va a haber cambio real. No está habiendo cambio real en Andalucía. Forzarán la máquina para que Vox tenga que ir a una investidura y darles los votos a cambio de algún tipo de trampa y no harán nada.

¿Cree que es posible la reunificación del centro derecha en el corto medio plazo?

Lo importante no es hablar de unificación de organizaciones que tienen programas distintos sino que los españoles hablen y digan quién lidera la alternativa al frente popular, eso es lo esencial en este momento. Porque los programas políticos del PP, Ciudadanos y Vox difieren en cosas que son esenciales para nosotros. Lo esencial es que Vox lidere esa alternativa porque el PP y Cs no se atreven a combatir la dictadura progre.

Puesto que la Junta Electoral Central no le ha dejado debatir en esta campaña, ¿qué se ha quedado con ganas de decirles a la cara a Pedro Sánchez, Pablo Casado y Albert Rivera?

A Casado y a Rivera nada. Y a Pedro Sánchez que no tiene escrúpulos, que está dispuesto a traicionarlo todo y a todos y que ha traicionado a España. Que no se puede ser un presidente decente y legítimo apoyado en golpistas, separatistas y en el comunismo que representa Podemos. Porque además ha pactado con los que dijo que no iba a pactar nunca y no convocó elecciones cuando lo iba a hacer. A Pedro Sánchez hay tantas cosas que decirle... Se las diré en las Cortes, si no tiene que dimitir después de las elecciones.