| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Emilia Landaluce desmonta el feminismo enfermizo que solo ve "machos camachos"

A propósito de un artículo muy polémico del filósofo transgénero Paul B. Preciado en El País, la columnista de El Mundo advierte de los riesgos de caer en la "trampa colectivista".

| Clara Ballesteros Medios

El pasado 25 de noviembre tuvo lugar el  Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. Con motivo de esta fecha tan señalada todos los años en el calendario, todos los medios se hicieron eco de los problemas consecuencia del machismo y que tanto afectan a la sociedad española.

Por su parte, El País publicó un artículo de Paul B. Preciado, un filósofo transgénero feminista. En el texto, titulado La heterosexualidad es peligrosa, Preciado comentaba basándose en las estadísticas que "los asesinatos de mujeres en el ámbito doméstico se producen dentro del marco" de una relación heterosexual.

Un sinfín de teorías que han desatado multitud de críticas hacia el filósofo. Sin embargo, hay quienes no entienden que se haya generado tal alarma ante las palabras de Preciado. La columnista de El Mundo Emilia Landaluce ha querido echarle un cable.

"No creo que la normativa LGTBIQ (o la LGTBIQnormatividad) o el feminismo normativo (o mayoritario) deba excluir, marginar o convertir en objeto de burla y hasta violencia a quienes no compartan sus códigos", sostiene.

"En el fondo son mucho más alarmantes artículos de otras autoras que excluyen del feminismo a las mujeres conservadoras, a las liberales y que por ejemplo describen a ciertos hombres como unos machos camachos (los fachas) temerosos de que las (¡sus!) mujeres descubran el succionador –si están interesadas, háganme caso y cómprense el caro (el Lelo)– y les dejen tirados sin saberse hacer un huevo frito", escribe Landaluce

Y llega a una conclusión: "No hay normatividad (ni hetero, ni LGTBIQ ni feminista) que valga. No caigan en la trampa colectivista. Hay muchas mujeres de derechas (y algunas de izquierdas y lesbianas) utilizando el succionador mientras piensan en un trío con Santi Abascal. ¿Y saben lo mejor que se puede hacer después? Comerse un bocadillo de salchichón Joselito".

Preciado sostenía en su artículo de El País: "Ser un cuerpo identificado como 'mujer' sobre el planeta tierra en 2019 es una posición política de riesgo (...). Las mujeres son objeto de violencia porque son culturalmente situadas en una posición política subalterna frente al hombre hetero-patriarcal".

Un artículo en el que el filósofo acababa sentenciando que "solo la desheterosexualización de las relaciones haría posible no solo la liberación de las mujeres, sino paradójicamente, de los hombres. Entre tanto, que cada mujer tenga una pistola y sepa usarla".