Duelo de Vázquez en el primer trono VIP gay de la historia de MHYV

Asisto atónita al estreno de Jorge Javier Vázquez como tronista en Mujeres Hombres y Viceversa (MHYV). A priori se me antoja como el gran duelo Vázquez. A un lado del ring, el guapo y buen socorrista de programas a punto de ahogarse; en la otra esquina, el feo y sibilino presentador estrella de Telecinco, acaparador de programas, en busca de pareja.

Los Vázquez rondan los 50, pululan por el segundo acto de la vida. Ambos son rostros incondicionales de Mediaset. Ahora bien, mientras Jesús disfruta de la templanza que otorga el óxido del tiempo; Jorge Javier vive su juventud perdida. "A los 50 quiero hacer lo que quiero, durante muchos años he hecho lo que he podido", confiesa el de Badalona.

Anda Jorge Javier tan pagado de sí mismo que se ha postulado para protagonizar el primer trono gay de la historia de MHYV. Doce años le ha costado al programa abrir la mente. Dejémoslo ahí, puesto que ese debate sería material para otra columna.

Aterriza el de Badalona en el plató de MHYV parapetado por una sonrisa solapada, el gesto burlón que tanto le caracteriza y que no es más que el reflejo de nervios controlados gracias a la veteranía, fruto de la cohabitación con las cámaras.

"¿Qué hago yo aquí?", se pregunta JJ al colocar sus reales posaderas en el trono central, parapetado por Iván (chico nuevo en el trono) y por Julen (tritronista y ex de Violeta como gran curriculum vitae). "Me da un poco de apuro porque me siento un poco el señor mayor del plató", añade con la boca pequeña. "El señor mayor del plató soy yo", le contesta Jesús Vázquez marcando territorio.

Esto no ha hecho más que empezar y se me antoja una batalla complicada. Me pregunto cómo va a gestionar Jesús las intromisiones de Jorge Javier. Se le olvida al de Badalona que el que dirige el cotarro no es él, que lo suyo es buscar novio. El tiempo dirá.

Jorge Javier está encantado con su trono. No hay nada que le atraiga más que ser el centro de atención. Llega dispuesto a todo. Sabe que tiene que dar espectáculo y está entregado a ello. Confiesa que conoce a cuatro de sus pretendientes a través de las promociones del programa y a uno de ellos por sus redes sociales. "Lo que pasa es que me está empezando a llegar información de todos y eso ya no sé si me gusta".

Por fin vemos el rostro del primer pretendiente. Alberto, 27 años, canario, trabaja en una oficina en Madrid

-¿Has tenido muchos novios?

-No muchos

¿Te gusta estar en pareja?

-Agradezco esta oportunidad, pero no quiero hacerte perder el tiempo, quiero luchar por lo que tengo fuera.

¡Vaya chasco! Primer candidato, primera calabaza para Jorge Javier. Alberto desvela sin vergüenza alguna que estaba dejando una relación cuando hizo el casting.

-¿Tu eres el aspirante a actor, ¿verdad? Le interroga Jorge Javier.

Obviamente. Alberto lo tenía claro, no iba a desaprovechar una oportunidad como esa y en lugar de rehusar la invitación como pretendiente de Jorge Javier, se ha topado con sus 10 minutitos de gloria que diría Wharhol.

Mientras a Jesús Vázquez se le llenaba la boca con miles de disculpas y aseguraba que aquello no estaba preparado (tengo mis dudas, sinceramente), Jorge Javier se crecía ante el plantón. "Esto en televisión es buenísimo, cuando empieza algo mal el crecimiento es espectacular, más que nada porque no puede ir a peor".

Será o no será verdad. Jorge Javier lo tiene crudo. Si lo que busca, como se ha cansado de gritar a los cuatro vientos, es una pareja estable, lo de aferrarse al trono de un programa que no es más que la cantera de famosos de medio pelo de Mediaset, de personajes que con la excusa de buscar novio o novia terminan saltando al casting de los realities, no parece la decisión más inteligente. En tiempos de pandemia ligar por las redes se me antoja una experiencia ardua. ¿Qué haces, le pides una PCR negativa antes de meterlo en la cama?

Sostiene Jorge Javier que lleva dos años soltero y que echa de menos vivir en pareja. Y digo yo, ¿no tendrá un círculo de amigos que le puedan presentar gente? ¿Era necesario montar este circo?

Me temo que sí. Porque la esencia de todo no es la búsqueda de pareja, todo esto podría ser fruto del egocentrismo adolescente no superado. Dicen los expertos que cuando este exceso de egocentrismo de la niñez y la adolescencia no se supera y persiste de forma marcada en la edad adulta, se convierte en un problema. Bajo la omnipotencia, la autoestima exacerbada o la necesidad de exhibicionismo se esconde un sentimiento de vacío personal y una profunda tristeza.

Regresemos al plató. Tras el primer desaire, Jorge Javier ha conocido a David, 44 años, de Barcelona. Entrenador personal, socorrista y nadador profesional. ¡Ah! También es vidente.

-¿Vienes con algún secreto?

-Vengo a por ti.

No parece que le haya molado mucho.

Le sigue Fran, 32 años, de Benalmádena. Un tatuaje andante al que el tronista desmonta en dos nanosegundos.

"Nos conocemos por redes desde hace mucho tiempo, tenia muchas ganas de conocerte". El presentador de Sálvame le mira con desdén, con cierta arrogancia. Es consciente de que juega con ventaja. O quizá no tanta.

Recela de las ansias de cámara de los pretendientes. No se fía y me temo que no se va a fiar nunca. ¿Le buscan a él o se conforman con un contrato serie z para un reality de la cadena?

Fran vive con su marido y todavía no se han separado. "No me gusta que en tu perfil de Instagram hayas puesto pretendiente de Jorge Javier en MHYV. Yo no soy un numero ni un currículo de nadie".

Fran hace mutis por el foro. "Por lo que llevamos ahora, cuando acabe el programa quiero conocer al director de casting. Me da la impresión de que estaba de vacaciones", se queja Jorge Javier.

El siguiente parece que le mola más. Dani, 27 años, sevillano.

-"Dani tenemos muchas esperanzas depositadas en ti".

Estudia para ser fisioterapeuta y está harto de relaciones inmaduras. Me pregunto qué nivel de madurez ha visto el andaluz en su tronista. ¡Por primera vez salta la chispa!

-¿A qué quieres que juguemos? ¿Quieres que vayamos a aprender a patinar?

Como espectadora la dirección de MHYV me tiene mareada. Tanto salto de eje, tanta cámara en 360 grados desorganiza mi mente, no me aclaro, no sé donde se sitúa cada personaje. Les recomendaría que repasaran La diligencia de John Ford, una lección magistral de técnica de rodaje. Respiro profundamente cuando Jesús Vázquez anuncia la entrada de Michael Alonso 31 años, dominicano. Cantante y entrenador personal.

"Está buenísimo, pero se nos acabó el tiempo… Vosotros lo veréis mañana, nosotros seguimos grabando".