| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Delgado se hace un lío al explicar su "derecha trifálica" en La Sexta Noche

La ministra de Justicia intenta aclarar su acusación a Casado, Rivera y Abascal y logra justo lo contrario al volver a hablar de "testosterona" para referirse a tres rivales de Sánchez.

| ESdiario Medios

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, siguió pisando un charco al pretender salir de él a cuento de una de las frases de la semana, la que ella mismo soltó para referirse como derecha "trifálica" a PP, Ciudadanos y Vox a cuento de su presencia en la manifestación de Madrid el pasado domingo.

Desde el sillón de entrevistados de La Sexta Noche, Delgado calificó de "lapsus" el uso de esa expresión para asegurar que, en realidad, quería haber dicho "tricéfala" y no "trifálica": es decir, tres cabezas y no tres miembros masculinos.

 

Pero el problema vino cuando no supo explicar por qué, si era así, añadió a continuación que percibió mucha "testosterona" en la concentración que terminó de empujar a Pedro Sánchez a convocar Elecciones Generales para el próximo 28 de abril.

Es que pensé, digo, que "sí había en la foto era un exceso de radicalidad y testosterona" en una imagen que juntó a Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal al finalizar el acto en la plaza de Colón, sin que ninguno de ellos pronunciara palabra.

"Solo tíos"

Fue tan insólita la aclaración de la ministra de Justicia que hasta un periodista habitualmente proclive a su Gobierno, Hilario Pino, le puso en un aprieto al recordarle que la testosterona no parecía preocuparle mucho cuando, en unas grabaciones de hace diez años del célebre comisario Villarejo, ella reconocía que prefería tribunales formados solo "por tíos".

No le gustó nada a Delgado el oportuno recordatorio, hasta el punto de torcerle el gesto al periodista para tratar a continuación de salir a duras penas del atolladero apelando a la ilegalidad de las grabaciones, al contexto, y a la supuesta manipulación de todo el episodio.