Leticia Dolera promociona el regalo de mil consoladores para enfermeras

Los profesionales sanitarios están en pie de guerra contra el Gobierno por la tardanza en recibir el material básico de protección que necesitan para hacer frente en los hospitales a la pandemia del coronavirus. 

Exigen guantes, mascarillas de calidad -no como las defectuosas, ya distribuidas, que ha tenido que retirar el Ministerio de Sanidad- y los famosos EPI (equipos de protección individual). No es una reclamación más de sus derechos laborales, exigen estos medios para salvar sus vidas y las de sus familias ante la voracidad del Covid-19.

El demoledor informe de los enfermeros que hunde a Sánchez y ya tiene la OMS

Los héroes de las batas blancas-  en este caso el Sindicato de Enfermería SATSE- también han protestado ante la Organización Mundial de la Salud por la gestión que el Gobierno está haciendo del coronavirus, empezando por la tardanza que tuvo en reaccionar cuando ya recibía señales de alerta por parte de expertos sobre la voracidad de la pandemia.

1.000 succionadores de clítoris para el personal sanitario

En medio de estas reivindicaciones,  la actriz Leticia Dolera, una de las musas del feminismo radical ha sorprendido con un tuit, en el que difunde una polémica campaña solidaria. La ha puesto en marcha una tienda de productos eróticos para donar un millar de succionadores de clítoris para los que reciben aplausos de los españoles desde sus balcones, todos los días a las 20.00 horas.

 "Donamos 1.000 #succionadores para  el personal sanitario y hospitalario que lo demande", reza el mensaje retuiteado por Dolera.

Donamos 1.000 #succionadores para el personal sanitario y hospitalario que lo demande. Abrimos hilo

— amantis.net (@amantis_net) April 16, 2020

Leticia Dolera, la reincidente que intenta dar lecciones a Amancio Ortega

Leticia Dolera fue uno de los personajes famosos que más promovió la asistencia a las masivas manifestaciones del 8-M por el Día de la Mujer. A toro pasado, cuando los expertos ven que aquellas calles llenas de gente fueron una bomba de relojería para la expansión del Covid-19, se justifica diciendo que  «hubo muchos actos, desde el acto de Vistalegre hasta partidos de fútbol».