| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Fernando Berlín.
Fernando Berlín.

Cuatro tertulianos despedidos por los que la izquierda nunca ha llorado

El caso de Fernando Berlín lleva a preguntarse si, dado que es habitual que los programas renueven a sus comentaristas periódicamente… ¿Por qué algunas veces un cambio es noticia y otras no?

| J.F. Lamata Medios

“Yo sigo igual, son ellos los que han cambiado”, con esas palabras resumía el lunes Fernando Berlín su fuerte alegato desde su RadioCable contra la Cadena SER tras 18 años de colaboración. Durante su manifiesto reivindicó con orgullo su defensa del zapaterismo primero y del podemismo después. “¡Somos la resistencia, la resistencia!”, repite habitualmente Fernando Berlín en su radio digital y esta vez lo hacía con más ímpetu que nunca, aderezándolo con sus habituales comentarios anticapitalistas cual voz perseguida de Radio Pirenaica.

Bien es verdad que para ser una voz perseguida o voz censurada, de la resistencia “contra los grandes”, tendrá que reconocer que es una resistencia un tanto rarilla si se tiene en cuenta que él está en nómina de los dos principales oligopolios mediáticos de nuestro mail, Mediaset y Atresmedia, a través de los que su opinión llega a millones de ciudadanos. Debe ser que es un quintacolumnista. Está con ellos pero para desactivarlos desde dentro al estilo Gramsci.

Berlín tuvo dos padrinos de excepción, García Ferreras y Pastor

Probablemente no es incompatible ser la resistencia contra los poderosos a la vez que eres protegido por algunos poderosos. En el caso de Berlín ha contado siempre con el apoyo de poderosos como Antonio García Ferreras y Ana Pastor. Fue Ferreras quien lo llevó a la SER en su día, fue Pastor quien lo llevó a TVE (primero a 59 Segundos y luego a Los Desayunos) y fue de nuevo Ferreras el que lo llevó a La Sexta y lo seguirá haciendo. Concluyamos que si siempre es valiente rajar contra un grande –en este caso la SER- parece inteligente hacerlo cuando sabes que tienes el colchón de otro grande debajo, como es el caso de Berlín.

Tres comentaristas, que sepamos, han dejado la SER esta temporada. Uno de ellos ha guardado silencio, otro ha escrito un artículo rechazando el martirio y el tercero ha logrado que se monte el revuelo en Internet. Berlín tiene experiencia en el tema de redes, descubridor del ciudadano que (según él) inició la guerra de SMS que liquidó el Aznarato, ya intentó causar jaleo cuando salió de Los Desayunos en 2012, pero ahora ha logrado que cale mucho más.

Tema aparte que merecería analizarse del caso Berlín es que si es una práctica habitual que los programas de tertulias renueven a sus comentaristas periódicamente… ¿Por qué a veces un cambio es noticia y otras no? En la misma Cadena SER no pareció que a nadie le importara cuando prescindieron de Margarita Sáenz Díez. La propia veterana periodista optó por la discreción.

En Más Vale Tarde apartaron a Toni Bolaño por un comentario crítico a la actitud mediática contra Pedro Sánchez y nadie dijo ni Pamplona. A Miguel Ángel Rodríguez lo fumigaron de Espejo Público y Alfonso Rojo dejó de aparecer en Al Rojo Vivo y en La Sexta Noche. En ninguno de esos casos se escribieron artículos sobre lo que influía o no la ausencia de estos periodistas en la temperatura de la libertad de expresión.

Dice Berlín que el formato en la comunicación está cambiando. En lo relativo a los “dobles raseros” y apoyos de “cada tribu a los suyos” no se está notando demasiado.