| 14 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El periodista David Tejera en una imagen de archivo de los informativos de Cuatro.
El periodista David Tejera en una imagen de archivo de los informativos de Cuatro.

El brutal relato del periodista "íntimo" de Letizia que enfermó de coronavirus

David Tejera, expresentador de los informativos de CNN+, ha explicado su experiencia tras ser hospitalizado al estar afectado por el virus. Un relato que eriza la piel.

| Andrea Jiménez España

El periodista David Tejera, el que fuera íntimo de la Reina Letizia, durante su estancia en CNN+, ha relatado con todo lujo de detalles su paso por el Hospital Ramón y Cajal, de Madrid a consecuencia del coronavirus. Un brutal relato, que demuestra el duro trance que ha vivido en sus propias carnes.

Así, ha explicado en El Confidencial que "al quinto día de enfermedad, ya es evidente. No respiras bien. En el ambulatorio lo confirman, los pulmones no están funcionando correctamente. Es urgente ir al hospital", y a partir de ahí parece que el mundo se hunde bajo sus pies.

 

De hecho, cuando llega al hospital y le informan de que sus pulmones están afectados por la enfermedad "ves gente mayor llorar, convencida de que no saldrá de esta porque tiene el corazón tocado o sufre de algo crónico".

Pero lo más duro llega cuando le adjudican una habitación y "estás agotado y ardiendo" y "descubres que la pared de tu derecha está más fría que tú. Pegas la frente, el brazo. Algo alivia. Casi la abrazas. Jamás habías abrazado una pared".  Posteriormente los médicos consideran necesario colocarle un apoyo de oxígeno, "llevas ya una semana a 39". "No lo sabes, pero estás a 24 horas de caer al vacío".

Y es que, se da cuenta de que "algo va mal", "ya casi no puedes pronunciar palabra". "Empiezas a ser un caso delicado". "Te cuesta moverte en la cama. Cada gesto. Pesas como plomo. Hasta tus manos. No ves luz por ningún lado. Deben subirte el oxígeno".

El periodista estuvo al límite, a punto de tener que ingresar en una UCI

De hecho, a la mañana siguiente el médico le informa de que "estás en el límite. Vamos a ponerte máscara de oxígeno, más potencia, no reaccionas como esperamos. Si no mejoras, te llevamos a la UCI" y es entonces cuando "empiezas a estar literalmente acojonado". Incluso Tejera explica que "empiezas a pensar de todo. De todo. Si volverás a ver a los tuyos, cuándo viste a tus hijos por última vez, cuándo a tu mujer. Si esto acaba así o no".

Y es que, la situación que ha vivido el periodista, ha sido realmente complicada. De hecho, explica que la doctora le "cuenta que están pensando en llevarte a la UCI. Depende de esas horas. Que hay un momento crítico en pacientes como tú y que hay que saber si vas hacia arriba o hacia abajo. Todo está preparado y tienes plaza si hay que intubar. Eso significa que otros no van a tenerla", relata el periodista.

Pero, gracias a la medicación, fue remontando aunque "desde control escuchas que hay 150 personas en urgencias, que apenas quedan camas. También oyes algo sobre certificados de defunción", una palabras que asustan y hacen ver la auténtica realidad que se esconden tras las estadísticas.

La preocupación de volver a casa

Sin embargo, para Tejera  "lo peor ha pasado" y es cuando "lloras por dentro y luego por fuera. Ves luz. Y escribes un par de mensajes para ahorrar sufrimiento".

Y cuando pasan los días y mejora, aunque no lo suficiente, explica que "empujas lo que puedes porque tienes la cabeza destrozada, a pesar de las buenas noticias. Necesitas verte fuera. La caída al vacío te ha agujereado. Lo que has visto y escuchado, también".

Por ello, cuando los médicos le confirman que puede irse a casa a "pesar de la enorme preocupación que sufrieron por él, es "imposible explicar cómo se puede llorar por dentro mientras te cuentan medidas de aislamiento y medicación". Aún así, "te despides", "les llamas héroes, les aplaudes tú", aunque apenas pueden hacerte caso porque "no paran de atender pacientes".

Sin embargo al salir a la calle, "dudas que ese sea tu país. Dudas hasta que sigas ahí", explica. Y es que "aún no sabes el miedo de llegar a casa. De contagiar a los tuyos. El agotamiento que te espera días y días. Ni imaginas la furia que te cabe dentro cuando mejoras algo. Furia contra los de ahora y los de antes. Furia cuando logras verles en las noticias". y es que, "Solo quieres llegar a casa y no retroceder ni un palmo. Dormir".