RTVE quiere fondos de la UE para relanzar su audiencia: 473 millones no bastan

La carrera por hacerse con un pedacito de los fondos Next Generation de la UE, de los que a España le corresponden 140.000 millones de euros, ha comenzado. Y hasta RTVE quiere participar en ella. 

La radiotelevisión pública administrada por Rosa María Mateo, que atraviesa una crisis de audiencia histórica, ha pensado que tal vez el dinero de la UE sea la solución a sus problemas. O al menos, en parte. 

"La Corporación desea participar en la redistribución de esos fondos al considerar que muchos de sus proyectos tienen cabida y para ello precisa de un servicio de asesoramiento", sostiene RTVE, mencionando los ámbitos de digitalización, reindustrialización y transición ecológica.

Y ello pese a que el Gobierno ha inyectado más fondos a RTVE en los Presupuestos Generales de 2021, en los que la partida destinada a la radiotelevisión pública ha aumentado en casi 100 millones de euros, hasta los 473 millones (en 2018, 2019 y 2020 la partida ha sido de 378 millones de euros anuales). 

Ese balón de oxígeno económico ha permitido, entre otras cosas, que La 1 se pueda permitir el lujo de pagar 43.000 euros por cada edición de Las cosas claras, el programa que presenta Jesús Cintora y que al ser de producción externa tiene un coste superior. 

Para acceder a los fondos Next Generation, Mateo ha convocado un concurso público en busca de una consultora externa que le ayude a elaborar y presentar "proyectos estratégicos" que puedan obtener financiación de la UE. Según los pliegos, a los que ha tenido acceso ESdiario, "para acometer una robusta apuesta tecnológica en favor de una digitalización democrática de España que priorice el bien común y el beneficio social junto a la reactivación económica".

Para ello, RTVE ha presupuestado 200.000 euros más impuestos, que le saldrán rentables si la empresa que fiche consigue el ansiado maná. 

Mateo y su equipo directivo ya no saben qué hacer para enderezar el rumbo de la radiotelevisión pública, que no levanta cabeza. El año 2019 ya fue el peor de la cadena pública en términos de audiencia, con una cuota media de pantalla del 9,4%. Y este año va camino de acabar apenas dos décimas por encima del 9%.

Tampoco en RNE las cosas van mejor. El primer EGM del curso ha dejado a la radio pública catatónica. Desde abril ha perdido 189.000 oyentes, un 15,6% de su audiencia, hasta quedarse levemente por encima del millón, con 1.026.000.