| 23 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Encuentro de Gema y Rubén, con Carlos Sobera.
Encuentro de Gema y Rubén, con Carlos Sobera.

Un extraño fetiche en First Dates "resucita" a Cervantes con su Quijote

El programa de citas de Cuatro no deja de sorprender a la audiencia que cada noche sintoniza el canal para ver cómo surge el amor en las distintas parejas que van al restaurante.

| Rocío Díaz Medios

Sobre gustos y colores, no hay nada escrito. Y lo mismo con el sexo. Eso sí, mientras sea legal lo que se hace, no involucre a terceras personas sin su consentimiento o cause daño. En la práctica, te pueden excitar muchas cosas, algunas, además, pueden resultar extrañas  y hay a quienes les da reparo decírselo a la pareja. Pero luego están a quienes eso no les perturba y lo confiesa abiertamente. Como Gema, una soltera que ha estado este jueves en First Dates para buscar a un chico divertido y que acabó confesando que le excitaba que le hablasen en castellano antiguo. 

Esta soltera llegó asegurando que "soy la amiga que llevan a la fiesta para que anime", pero su personalidad extrovertida, no le ha dado mucha suerte en el amor, sobre todo, porque tiene un requisito fundamental a la hora de congeniar con alguien: y es que tenga el mismo amor que ella tiene a las croquetas. Es más, pidió a Carlos Sobera que le preguntase a su cita si le gustaban, porque si no era así, allí no había nada que hacer. 

 

"Yo de Virgen no tengo nada"

Hasta el restaurante de First Dates, programa de citas de Cuatro, llegó Rubén, quien se definía como un tipo "inquieto, atrevido e intenso". Tal y como había pedido Gema, nada más llegar, Sobera le preguntó si le gustaban las croquetas, quedando este soltero sorprendido, pero afirmando que sí, que les pondría un ocho, siendo una respuesta satisfactoria para la madrileña. Por tanto, la cita empezaba con muy buen pie y con un Rubén encantado con la energía de su cita, pese a sus extrañas preguntas. 

Los halagos de Rubén hacia su cita no pararon, sobre todo, aquellos que hacían referencia a su vestido y su maquillaje, algo que ella aprovechó para hablar del significado de lo que llevaba puesto, pues el azul es el color que se asocia al autismo. Ella estudia mediación comunicativa y, además, habla lenguaje de signos. Un dato que le ha gustado mucho a Rubén, pues tiene un problema de salud y lleva audífonos. Pero para este soltero, sin embargo, el azul tiene otro significado, pues en el mundo del arte se utiliza para representar a la Virgen, provocando que Gema se escandalizase: "¿Qué me está contando? Yo de virgen no tengo nada".

La cita siguió desarrollando entre conversaciones sobre unicornios y películas, hasta que Gema quiso romper la timidez de su cita confesando un pequeño secreto: le excita que le hablen en castellano antiguo. A Rubén le pilló por sorpresa esta confesión, pero no dudó en tirar de memoria para recordar alguno de los párrafos de El Quijote de Cervantes. Eso sí, sin éxito. Aunque este intento le encantó a Gema, que ya vio en su cita al tipo divertido que estaba buscando. La decisión final fue clara: se lo habían pasado fenomenal. Ambos estaban seguros que querían repetir en una segunda cita, que podría empezar en ese mismo momento.