María Zurita, una dragona real

"¡No te lo esperabas, eh!". La cara de Arturo Valls era un poema. Descubrir que tras la máscara de la Dragona se ocultaba María Zurita de Borbón dejó atónito al presentador y boquiabiertos a los investigadores de Mask Singer. En esta segunda edición, los responsables del casting del concurso no han dejado nada al azar. Han tocado el star system internacional con La Toya Jackson y Mel B; la política, recordemos el momentazo Esperanza Aguirre, y el deporte internacional gracias a presencia de José Manuel Calderón. Faltaba la nobleza.

Con María Zurita ya están todos los estamentos. Lo cierto es que después de tantos primeros espadas nadie esperaba que bajo las fauces de la dragona estuviera la prima del Rey.

"Me da mucha pena irme. Jamás se me habría pasado por la cabeza participar en un programa así. En casa solo lo sabía mi padre. Yo decía que me iba a una reunión y la gente se preguntaba por qué iba en chándal a una reunión", desveló María Zurita al finalizar la gala en Detrás de la máscara.

En el mismísimo instante en el que María Zurita se despojó de la pesada máscara de la dragona, al tiempo que pedía perdón a los cantantes por si había destrozado alguna canción y mientras recordaba que no sabía cantar y que siendo niña la expulsaron del coro del colegio, yo no pude evitar recordar la extraña sonrisa de Susanna Griso cuando sus compañeros apostaban que era ella la que se escondía tras la máscara del flamenco. ¿Y si la presentadora conocía el secreto de una de sus mejores amigas? ¿Y si aquella sonrisa sarcástica se debía al exceso de información?  El caso es que nos mosqueó a todos y ahora, a toro pasado, sospecho que algo sabía. No deja de ser una conjetura personal.

El combate por la audiencia de la noche de los miércoles de nuevo se decantó por los Robinsones de Telecinco, que ya están famélicos y obsesionados por la comida. La debacle de Mask Singer fue la crónica de una caída anunciada. Tras la emisión del refrito de la semana pasada, una traición a los fans del programa realizada con nocturnidad y alevosía, una deslealtad justificada por el futbol, la séptima gala de Mask Singer se tuvo que conformar este miércoles en un 15.2% de cuota de pantalla y 1.456.000 de espectadores. Lo que supone su peor dato en las dos ediciones tanto en cuota como en audiencia.

Anoche, los investigadores no dieron pie con bola en sus apuestas. La más peregrina fue la de Javier Calvo que se decantó por Carolina de Mónaco, su marido, Javier Ambrossi, estaba convencido de que era Adriana Ugarte; Paz Vega apostó por Helen Lindes y José Mota creyó ver entre los trinos de la Zurita, ni más ni menos que a Rozalén.

"En Zarzuela ya tienen miedo a la tercera temporada de Mask Singer. Se miran entre ellos y dicen: ¡Tú!", bromeó Javi Ambrossi. "¿Qué estarán pensando el rey y la reina? ¿Cómo habrán reaccionado? Seguro que le gusta, ¿no?", preguntó el presentador. "No tengo ni idea. Espero que sí", respondió la hija de la Infanta Margarita de Borbón.

De nuevo la red del trino volvió a sufrir el peso de la dualidad. Los más jóvenes no tenían ni la más remota idea de quien era la rubia que se escondía tras el fuego de la dragona. Lógicamente, los que peinamos canas flipamos al ver a la sobrina del rey emérito. Ni en nuestras mejores apuestas hubiéramos rozado la diana.

María Zurita se convirtió en el primer miembro de la familia real que participa en un programa

María Zurita puede presumir de ser uno de los miembros más reservados de la familia del rey. Discreta sí, pionera en la familia también. Activa instagramer, a los 42 años afrontó la maternidad en solitario. Sin pareja se sometió a una fecundación in vitro y tras un parto prematuro en 2017 vio cumplido su sueño de ser madre. Ayer debutó en televisión. María Zurita se convirtió en el primer miembro de la familia real que participa en un programa. Lo de Letizia no cuenta, puesto que eso pertenece a su otra vida.

Mujer emprendedora, domina a la perfección varios idiomas, siendo muy joven montó una empresa de traducción lo que permitió independizarse a la edad en la que la mayoría de sus coetáneos continuaban durmiendo en el nido. Siempre a contracorriente, con el tiempo, María regresó al hogar con el pequeño Carlitos en brazos, seguida de su hermosa Teckel. En Instagram hemos visto los primeros pasos de su hijo, los primeros juegos, los primeros baños. Carlitos es el rey de la casa y según confesó su madre hace unos días, el pequeño apunta maneras. Es capaz de reconocer parte de la historia contemporánea de este país. Identifica a Isabel II, a Fernando VII, a Alfonso XIII. No se asusten, el pequeño Carlos juega con ventaja puesto que sus imágenes decoran el salón de su casa y no dejan de ser familiares directos.

Que los investigadores estuvieran más perdidos que un daltónico jugando con el cubo de Rubick es culpa de las eclécticas pistas de la dragona, que se divirtió jugando al despiste. "Tengo todo lo necesario para ganar porque soy una Dragona 4x4: adaptable, segura, astuta y veloz, supongo que por eso me gusta tener las garras en el volante", lo que llevó a José Mota a apostar en la quinta gala por Carmen Jordá, piloto de automovilismo. "Aunque soy un personaje de cuento, prefiero echarle la garra a un buen cómic. Mis favoritos son los del Capitán Patapalo. Muchos guerreros han osado asaltar mi fortaleza, pero ninguno de la talla de Don Quijote. ¡Cómo admiro a ese hidalgo aventurero capaz de ser traducido en casi 150 lenguas!". Dragona ha sido, entre otras, Dulceida. Tamara Falcó, Eugenia Martínez de Irujo o Carolina de Mónaco.  Algún tipo de elixir noble debió rezumar cuando los investigadores pensaron en la hija de la duquesa de Alba o en la mismísima princesa de Mónaco.