| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Blanco, durante su actuación en la primera serata de San Remo 2023.
Blanco, durante su actuación en la primera serata de San Remo 2023.

Un fallo técnico en San Remo acaba con la paciencia de un cantante que actúa mal

Blanco, quien fuese representante de Italia en Eurovisión 2022 junto a Mahmood, protagonizó uno de los momentos más polémicos del festival italiano al tener un problema con el sonido.

| Rocío Díaz Medios

Este martes, Italia celebraba la primera noche -o "serata" como dicen allí- del Festival de San Remo 2023, de donde saldrá el representante italiano para Eurovisión 2023. Sin embargo, el evento musical por excelencia italiano, celebrado en el teatro Ariston, no podía haber empezado de la peor manera y Twitter, como no podía ser de otra manera, se hizo eco. Aunque había mucha expectación por conocer a los aspirantes, el evento se vio truncado y empañado por Blanco, el cantante que representó al país en 2022 junto a Mahmood. El intérprete aprovechó la ocasión para presentar su nuevo tema L'isola delle rose, pero no salió como esperaba. 

El escenario, como se desprendía del título del single, representaba una pequeña isla llena de rosas rojas. Sin embargo, un fallo técnico de sonido durante su actuación hizo a Blanco perder la paciencia y dejó de cantar. Pero la cosa no quedaría ahí, sino que su "enfado" iría a más. Todo comenzó después de que Amadeus, uno de los presentadores de San Remo 2023, diese paso al cantante italiano, que llegaba a esta primera serata en el teatro Ariston para entonar su nuevo single. 

 

Un fallo técnico "provoca" el caos en San Remo

Desde el principio de la actuación, ya se "avisaba" que algo no iba bien cuando el italiano comenzó a tocarse su auricular izquierdo. Blanco estuvo así durante varios segundos, de forma insistente, hasta que decidió quitárselo y siguió cantando. Pero el artista mostraba signos evidentes de seguir incómodo con todo esto y avisó a uno de los guitarristas. No contento con ello, avisó por el micrófono que no escuchaba la voz y dejó de cantar. Sin embargo, esto no fue lo que desató el caos en San Remo, sino lo que hizo después. 

 

 

 

Empezó a destrozar toda la decoración, a pisotear y dar patadas a las rosas, a levantar las regaderas donde había algunas de ellas, llegando, incluso, a darse un buen trompazo al resbalarse. Esta actitud, como era de esperar, no gustó nada al público presente en el teatro, ni a quienes comentaban la gala en redes sociales, como Twitter, que comenzaron a abuchear a Blanco. Pero el enfado de los asistentes creció más después de oír la explicación que daba el italiano: "Tenía problemas de retroalimentación en mis auriculares y decidí disfrutarlo de todos modos. A veces no tienes que seguir el guion".