| 07 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Beaumont desvela la última medida a la desesperada del PSOE: Sánchez se resetea

Tras tocar casi todos los palos para seguir enganchado al Palacio de La Moncloa el líder socialista no parece dispuesto a tirar la toalla. Una de las ultimas armas que le quedan en el zurrón

| ESdiario Medios

Uno de los motivos de las sucesivas caídas electorales del PSOE ha sido la desbandada del voto femenino pese a haberse erigido los socialistas muchas veces en abanderados de la igualdad. 

Por eso, destaca Antonio Martín Beaumont este miércoles en La Razón, que "los asesores del presidente le aconsejan ahondar en debates como el abierto por Vox con la ley de Violencia de Género".

Vamos, que "si fuera necesario, Sánchez no va a dudar en lanzar al estrellato mediático a Santiago Abascal, siempre que eso le favorezca electoralmente".

No en vano desde Ferraz se están reavivando las relaciones "con asociaciones feministas, en busca de una movilización que alerte de los riesgos que, dicen, suponen los mensajes de Abascal para los derechos de las mujeres. Ya se anuncian manifestaciones para estos primeros meses del año".

Con las municipales, autonómicas y europeas de mayo como fondo "la impresión más extendida es que tienen más que perder que ganar".

Y es que la irrupción de Vox ha puesto patas arriba el tablero político y las cuentas ya no le salen a ningún partido y andan todos "reseteándose". Ahí encaja, a juicio de Beaumont, este nuevo giro del PSOE a la desesperada: se trata de plantar batalla en el terreno del género que dio réditos a Zapatero en 2008 (de sus más de 11 millones de votos, seis fueron mujeres).

Y con este panorama, el director de ESdiario lo tiene claro, "con el bipartidismo haciendo aguas, el PSOE y, por extensión el Gobierno, pretende ahondar paulatinamente en el etiquetado de “machista” no sólo para Vox, sino también para el PP. Es la fórmula elegida para, en un escenario político tan abierto y nuevo, movilizar al electorado de izquierdas. Sin duda, debe ser de las últimas armas que quedan todavía en el zurrón de Sánchez después de tocar casi todos los palos para seguir enganchado al Palacio de La Moncloa".