| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La Policía brasileña se enfrenta a los asaltantes.
La Policía brasileña se enfrenta a los asaltantes.

Cientos de detenidos en el asalto al Gobierno brasileño: “Eran imparables”

El expresidente Jair Bolsonaro asegura no tener ninguna relación con el ataque, condena que le acusen de lo sucedido sin pruebas y afirma que estas invasiones "escapan de la regla".

| Alejandro Ibáñez Mundo

Hasta el momento más de 200 personas han sido detenidas por las autoridades brasileñas en este asalto que recuerda al que los seguidores de Donald Trump realizaron al Capitolio de Estados Unidos hace 2 años. Esas son las cifras por el momento dadas por el ministro de Justicia brasileño, Flávio Dino, aunque ha asegurado que van a continuar con las labores para encontrar a más asaltantes que han logrado escapar.

Además, ha añadido que unos 40 autobuses, los encargados de llevar a los manifestantes, han sido incautados y se acusa, aunque no abiertamente, a Jair Bolsonaro y otros políticos simpatizantes suyos de financiarlos. “Han sido instrumentos para perpetuar los delitos y ", ha afirmado el encargado de justicia brasileño en declaraciones recogidas por la cadena de televisión O Globo. 

Los detenidos se encuentran en dependencias de la Policía Civil del Distrito Federal, concretamente en el Departamento de Policía Especializada, donde se espera la llegada de más sospechosos. La mayoría están siendo arrestados por el Artículo 359-M del Código Penal, que prevé entre 4 y 12 años de prisión por "tentativa de destitución de un gobierno legítimamente electo".

 

Bolsonaro se desmarca

El expresidente brasileño, más de siete horas después del ataque, ha negado su responsabilidad en el asalto por parte de sus simpatizantes y ha afirmado que durante su mandato "siempre" ha cumplido con la Constitución. Además ha condenado el ataque: “Las invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla”.

En uno de los tweets del hilo, Bolsonaro critica las palabras de Lula da Silva y de su ministro de Justicia, Flávio Dino, que apuntan a que él es políticamente responsable de estos ataques a las instituciones democráticas después de semanas de amenazas. "Políticamente está claro que, en la medida en que hubo una transición conflictiva y que no hubo reconocimiento del resultado electoral, está claro que la responsabilidad política es inequívoca". Eso sí, se guardan las espaldas precisando que no ve, en este momento, ningún elemento de responsabilidad legal para el ex presidente".

Por su parte, el presidente Lula, que estaba en el interior de São Paulo, evaluando los daños causados por fuertes lluvias en la región, ha viajado para visitar los lugares de los incidentes. Lula ha visitado el Palacio del Planalto, sede del Gobierno Federal, así como el Tribunal Supremo, donde se ha reunido con la presidenta del mismo, Rosa Weber, y varios ministros.

 

El Gobierno local y federal, acusados de no actuar

El Tribunal Supremo brasileño ha apartado durante 90 días al gobernador de Brasilia, Ianeis Rocha, por haber sido presuntamente conocedor del asalto. Lo han hecho tras la petición de un senador -Randolfe Rodrigues- y de la Fiscalía General de la República, considerando que los manifestantes contaron con la aprobación del gobierno de Brasilia para llevar a cabo los actos.

"Estas circunstancias sólo podían darse con el consentimiento, e incluso la participación efectiva de las autoridades competentes en materia de seguridad pública e inteligencia, ya que la organización de las supuestas manifestaciones era un hecho notorio, que fue difundido por los medios brasileños", han anunciado desde el alto tribunal. 

Las principales pruebas que esgrimen contra el gobernador son que los delincuentes fueron escoltados por las fuerzas de seguridad, que la Policía no mostró resistencia dada la gravedad de la situación (aunque lanzaron gases lacrimógenos), y que parte del personal desplegado no cumplió las normas propias del cuerpo.