| 29 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Así son los ‘avances’ que Errejón envidia a Venezuela: éxodo, hambre y miseria

El dirigente de Podemos ha vuelto a dar la nota elogiando un régimen dictatorial que ha conducido a los venezolanos a la mayor crisis económica, social y humanitaria de su historia.

| P.P.H. Mundo

Íñigo Errejón ha dado la nota con Venezuela desde Podemos una vez más. El candidato morado a la Comunidad de Madrid no se ha cortado a la hora de elogiar al actual gobierno venezolano y sus "importantísimos avances" en materia social y económica. En una reciente entrevista concedida al medio chileno The Clinic, no ha dudado en desmentir la terrible persecución que sufre la oposición venezolana por parte del Gobierno ni la imposición de una dictadura por parte del actual líder bolivariano, Nicolás Maduro.

Pero es que, además, ha destacado los "inmensos avances" que ha logrado esta particular "transformación de sentido socialista", como el hecho de que "en Venezuela la gente hace tres comidas al día" y tiene acceso a "salud pública" o "educación".

 

No es la primera vez que el diputado podemita se deshace en elogios hacia un país que atraviesa la peor crisis de su historia y una de más dramáticas de todo el continente americano. A finales de 2013, en una entrevista concedida a un periódico venezolano, Errejón justificaba de este modo la existencia de colas kilométricas a las puertas de las tiendas y supermercados, justo cuando el desabastecimiento de alimentos y productos básicos empezaba a golpear la economía venezolana: "Hay más dinero disponible" y hay "una democratización del acceso al consumo. Ahora la gente puede consumir más".

La realidad del pueblo venezolano, por desgracia, es muy diferencia a como lo pintan desde Podemos. 

Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el PIB de Venezuela registrará este año una contracción del 18%, sumando así cinco años de caídas, tras el retroceso del 14% sufrido en 2017, mientras que el próximo año la recesión podría ser del 5% como consecuencia del desplome de la producción de petróleo y la inestabilidad política y social.

En el último lustro, el país ha perdido casi la mitad de su PIB. Como resultado de todo ello, los venezolanos perderán cerca del 60% de su riqueza per cápita entre 2013 y 2023, cifra que se asemeja en la historia reciente al empobrecimiento sufrido en países en guerra o inmersos en procesos revolucionarios. Es, de lejos, una de las peores recesiones de la historia contemporánea.

Igualmente, el FMI estima que la tasa de paro escalará hasta el 34,3% este año y el 38% en 2019, y no descarta que supere el umbral del 45% para 2023 en caso de que el chavismo no cambie radicalmente el rumbo de su socialismo económico.

Pero al problema de la recesión y el paro se suma, además, una escalada de precios que parece no tener fin. La hiperinflación alcanzará este año 1.370.000%, similar a la padecida en Alemania en 1923 o en Zimbabue a fines de la década de 2000. Y lo peor es que amenaza con dispararse al 10.000.000% en 2019. El bolívar ya ha perdido el 99% de su valor con respecto al dólar en los últimos años.

¿Dónde están los alimentos?

Todas estas cifras a nivel macroeconómico impactan de lleno en el nivel de vida de los venezolanos. Las colas para comprar algo de comida se han convertido en el tedioso día a día de sus habitantes, si no quieren verse obligados a recurrir al mercado negro, donde los precios todavía son más altos.

 

 

El hambre también ha hecho acto de presencia, lo nunca visto en un país que otrora fue uno de los más ricos de América Latina. Según un estudio elaborado por varias universidades venezolanas, cerca del 65% de la población perdió una media de 11,4 kilos de peso en 2017 por hambre, superior a los 8 kilos perdidos en 2016. Rebuscar comida en la basura se ha convertido en una estampa habitual en las calles del país.

Asimismo, las ONGs denuncian que el número de neonatos muertos aumentó un 30% el pasado año, mientras que las mujeres fallecidas durante el parto crecieron un 65,8%. Enfermedades como el dengue o la malaria también han crecido más de un 70% en 2016. La escasez de medicamentos y la pésima atención sanitaria, denunciada por los propios trabajadores, ha sumido en el caos al sistema de salud.

Como resultado, el Consejo Noruego de Refugiados (NRC) colocó a Venezuela entre los diez estados con las crisis humanitarias más graves del mundo en 2017, junto a otros países míseros como República Democrática del Congo, Sudán del Sur, República Centroafricana, Burundi, Etiopía, Palestina, Myanmar, Yemen o Nigeria. Es el único país del continente americano que aparece en este ranking.

Escapar como se pueda 

Ante la situación, la única salida que encuentran muchos es escapar del país. Desde 2015, el volumen de venezolanos huidos ronda los 4 millones –tan solo 1,6 millones en 2017–, tal y como recoge  The Economist con datos oficiales de las Naciones Unidas. Esos 4 millones de emigrantes representan más del 12% de la población total del país. De mantenerse el actual ritmo, la diáspora venezolana podría superar los 6 millones de personas que huyeron de la guerra civil siria. No en vano, según una encuesta realizada a finales de 2017 por Consultores21, el 40% de los venezolanos desea vivir en otro país.

 

A pesar de estos datos, Errejón mostraba su simpatía al chavismo dado que la relación del podemita con el Gobierno de Venezuela viene de lejos. Hace más de cuatro años, fue él quien firmó el "Plan de Actuación para 2014" de fundación CEPS (Centro de Estudios Políticos y Sociales), de la que fue secretario de Patronato, con un presupuesto de 664.140 euros y en la que el principal cliente era el régimen de Nicolás Maduro,que aportaba 401.800 euros, el 60% del total, tal y como desveló ABC.

Según Errejón,"a Chávez le debemos la reivindicación de la democracia como tensión permanente, el socialismo como democracia sin fin"

Además Íñigo Errejón "encabezó una misión de observadores electorales que registró la fundación ante el Consejo Nacional Electoral para el referendo revocatorio de 2004". También trabajó en el llamado Grupo de Investigación Social Siglo XXI, creada por el actual ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, tal y como contó El Mundo.

 

Pero la relación de Errejón con este régimen va más allá del terreno laboral. En un acto en Barcelona de homenaje a Hugo Chávez en marzo de 2014, cuando se cumplía un año de su fallecimiento, el exnúmero dos de Podemos arrancó su intervención con estas palabras: "A Chávez le debemos la recuperación de la política como un arte plebeyo y cotidiano. Le debemos la reivindicación de la democracia como tensión permanente, el socialismo como democracia sin fin".