Arde París con más de un centenar de muertos en la masacre

Más de un centenar de muertos y múltiples heridos no contabilizados todavía es el tétrico balance de la noche negra vivida en París, donde media docena de ataques terroristas han sembrado el terror en la capital de Francia, cebándose en los distritos X y XI.

Tres explosiones en los aledaños del Estadio de Francia, tiroteos en el centro de la ciudad, ataques a locales comerciales y un secuestro con una masacre en una sala de conciertos han conmocionado a Francia y al resto de la comunidad internacional.

Por primera vez en muchos años las luces de la Torre Eiffel han sido apagadas en señal de duelo por las víctimas de los ataques.

La situación en las calles de París asemeja a una ciudad en estado de guerra: los efectivos policiales han sido movilizados y apoyados por militares y gendarmes móviles desplegados para garantizar la seguridad mientras los ciudadanos son instados a permanecer en sus casas y el presidente francés, François Hollande, ha decretado el estado de emergencia y el cierre de fronteras.

Los ataques han obligado a celebrar un Consejo de Ministros de urgencia que el sábado será seguido por un Consejo de Defensa extraordinario.

Pero si por algo ha destacado la jornada ha sido por los sucesos en la sala Bataclan, donde varios terroristas vaciaron los cargadores de sus armas automáticas en varias ocasiones contra los asistentes a un concierto y posteriormente secuestraron a los presentes que no pudieron huir.

El asalto de las unidades especiales policiales abatió a los terroristas y liberó a los rehenes pero confirmó lo esperado: la existencia de una carnicería cifrada en torno a 70-80 personas si bien al principio se había indicado en torno al centenar de fallecidos.