| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Toro de Victorino Martín
Toro de Victorino Martín

Los toros de Victorino, primera corrida en Las Ventas

La Plaza de Las Ventas celebra su primera corrida de la temporada con los toros de Victorino, que han pasado en su totalidad el reconocimiento de estos días.

| Miguel Angel Moncholi Ocio

Llega el Domingo de Ramos. Día grande en los toros. Madrid, su Plaza de Las Ventas, ha venido abriendo sus puertas desde mediados de marzo. Hasta ahora con novilladas, oportunidades para los más nuevos. Hoy llega el barbas, el toro de cuatro años, con nombre de ganadería con personalidad propia: Victorino Martín.

El jueves fueron desembarcados, pasaron el primer reconocimiento en los corrales de la catedral. No hubo problema. Pasaron todos los toros la primera prueba veterinaria, de movilidad, de trapío.

El trapío es un concepto absolutamente subjetivo. Responde a la aplicación de criterios morfológicos. El trapío es la armonía de hechuras, nada que ver con los kilos como piensa erróneamente más de uno. Sí tiene que ver con su procedencia.

El trapío tiene que ver con la morfología, no con los kilos

Para entendernos, un nórdico no responde al humano moreno, bajo, de piel más bien tostada. Y un latino no es aquel definido como alto, rubio y con piel más bien lechosa.

El trapío tiene que ver con la procedencia morfologica de sus antepasados los albaserrada. Con ligeros matices familiares de sus parientes los saltillo. Con proximidades que van más allá de su capa con sus primos hermanos los santacoloma.

Y eso sí, que den miedo. Miedo que imponga respeto. Miedo propio de una ganadería fiera, de animal salvaje que requiere de extensión para su cría. Un toro, no es animal de zoológico. Un toro está en permanente lucha. Lucha por el liderato. Lucha por mantener la casta. Lucha por luchar hasta dar su vida en el ruedo como expresión del último sacrificio que aún se venera en el Mediterráneo.

Ya han pasado el reconocimiento. Se aclimatan al Madrid que los acoge. Al agua distinta de la que tomaban en la dehesa. El mayoral les ha traído su pienso y el forraje a los que están acostumbrados. El toro, pese a su apariencia e imagen de fortaleza es un ser muy vulnerable a cualquier tipo de enfermedad.

Victorino ha cumplido como ganadero con el trapío de sus toros

Han pasado las horas, tranquilos y llega el gran día. Es Domingo de Ramos. Vuelve la rutina. Vuelven a pasar por las puertas que comunican las corraletas. De aquélla a ésta. Y de ésta a esta otra. Han pasado la segunda prueba. La autoridad comprueba que no hay daños, ni deficiencias orgánicas. Que son aptos para la lidia.

El equipo se reúne. El Presidente del festejo, la autoridad, consulta con los veterinarios. El reglamento es presidencialista y deja en la decisión de una sola persona la última palabra. Pero, en Las Ventas el Presidente consulta con los profesionales de la sanidad veterinaria. Consulta y decide.

Han pasado todos, los seis que ha traído el ganadero, el hijo de uno de los más grandes ganaderos de bravo que ha dado la historia. El paleto de Galapagar ha dejado en su descendencia asegurada la línea de cría de toros bravos. Como aquel Granaíno, como aquel Baratero de finales de los sesenta que lo lanzaron al estrellato. Quedan unos minutos para que sean las 12 de la mañana del Domingo de Ramos. En los corrales de la Plaza de Las Ventas se procede al sorteo de los victorino.

Por hoy, Victorino Martín ha cumplido como tantas veces con su objetivo, presentar seis toros con trapío para Madrid. De lo que lleven dentro, de su comportamiento, lo sabremos cuando suene el clarín.

En ese momento, a las seis en punto de la tarde, tres toreros, Fernando Robleño, Octavio Chacón y Pepe Moral, conocerán también su comportamiento.

Los victorino han pasado el reconocimiento. La liturgia va a dar comienzo.