| 25 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El sueño que le gustaría tener a Rivera si duerme en La Moncloa

Entre las muchas confidencias que el presidente de Ciudadanos le hizo a Susanna Griso, sobresale una aspiración que espera que sea compatible con la presidencia del Gobierno.

| El Lector Perplejo Opinión

 

Por la cocina de Susanna Griso están pasándo los principales candidatos para desayunar y darse a conocer, como personas y políticos, entre trago y trago de café. Y Albert Rivera ha dejado con la taza en la mano a más de un telespectador con algunas de las frases que ha dejado, más allá de las consignas de rigor.

Al calor de la íntima y cálida sencillez que dan la vitrocerámica, los armarios, el fregadero y la fuente de frutas posando para el bodegón, el líder de Ciudadanos ha hablado sin rodeos de algunos asuntos candentes y controvertidos en torno a su persona y su personaje.

Se refirió, así, a los rumores crueles que le pintan como un adicto a las drogas: "No me he drogado en mi vida, ni droga dura ni cocaína ni nada parecido”. Y también aludió a los "cambios personales" que ha experimentado en los últimos meses, dejando caer que ha cambiado de pareja, en referencia muy velada, casi opaca, a Malú.

Eso sí, no tiene ninguna de cual es el gran amor de su vida está claro: "El único amor incondicional es con tus hijos, hagan lo que hagan, digan lo que digan, piensen lo que piensen, siempre amaré a mi hija”.

 

Pero para frase lapidaria, al menos para este Lector en busca de sentencias que dejen perplejo, la que dejó cuando la presentadora de Espejo Público le preguntó si se ve como presidente del Gobierno. Rivera reconoció, cómo no, que le encantaría serlo, aunque, añadió, "quiero dormir como duermo ahora, tranquilo cada noche".

¿Es compatible ese sueño, largo y sereno, con el sueño de ocupar el despacho principal de La Moncloa?

¿Es compatible ese sueño, largo y sereno, con el sueño de ocupar el despacho principal de La Moncloa? ¿Es posible disfrutar de ocho horas de reparador descanso en el dormitorio presidencial? Incluso, ¿quién puede disfrutar hoy en día de un lujo tan extraño?

A partir del 29-A, nada más despertar, empezará a haber respuesta al menos para las dos primeras preguntas.