| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Enhorabuena mujeres

La igualdad ya es un valor firme en España y, para el autor, las mujeres que no fueron a la huelga son el mejor ejemplo de su soberanía pese a la asfixiante presión de un tipo de feminismo.

 

 

Enhorabuena mujeres.

Enhorabuena a las mujeres que ayer fueron a trabajar para seguir transformando el mundo con hechos y no con palabrería. 

Enhorabuena a las mujeres que ayer no insultaron, gritaron ni llamaron fachas a otras mujeres sólo por pensar diferente. 

Enhorabuena a las mujeres que se salen del rebaño donde políticos machos alfa las quieren meter para tenerlas controladas y dominadas, y para lo que utilizan a otras mujeres a las que sólo buscan para la foto

El compañero que realiza el mismo trabajo que ellas cobra lo mismo, y si cobra más, saben que tienen que ir a un juzgado y no a la tele a denunciarlo

Enhorabuena a las mujeres que saben que el compañero que realiza el mismo trabajo que ellas cobra lo mismo, y que si cobra más, saben que tienen que ir a un juzgado y no a la tele a denunciarlo, pues las leyes garantizan la igualdad de salarios por el mismo desempeño en España. 

Enhorabuena a las que se niegan a someterse a este feminismo de orientación marxista, que utiliza a las mujeres para que sus líderes, machos todos, lleguen al poder; y enfrenta en una lucha de géneros a un sexo contra el otro, además de permitir el insulto y la humillación de muchas compañeras, siempre que sean de derechas

El odio

Enhorabuena a las que no aceptan que para ser mujer haya que odiar a los hombres, a las que luchan hombro con hombro con y por sus compañeros, a las que compiten con ellos sin reclamar ningún privilegio.

A la liberal Clara Campoamor, que tuvo que enfrentarse a dos mujeres de izquierdas en la tribuna del Congreso para que el sufragio femenino fuera una realidad (“señorías, yo soy ciudadano antes que mujer”). 

A Kate Sheppard, perteneciente a una liga de mujeres cristianas, que consiguió que Nueva Zelanda fuera el primer país del mundo con sufragio universal activo y pasivo, luchando siempre por la igualdad jurídica —que es la única igualdad en la que se debe entrometer el estado—, la igualad ante la ley que te permita denunciar si es que tu empresa paga más a él que a ella.

Todas las demás igualdades son constructos políticos para crear lobbies y manejarlos; y contra todas las demás injusticias se debe luchar independientemente de tu sexo, raza, color de piel, orientación sexual, religión, etc. 

Sin inferioridad

Enhorabuena a las mujeres que no se sienten víctimas de nada, que no aceptan cuotas porque el simple hecho de aceptarlas ya es asumir una inferioridad que se niegan a asumir.

“Nunca he creído que por ser mujer deba tener tratos especiales, de creerlo, estaría asumiendo que soy inferior a los hombres… y yo no soy inferior a ninguno de los hombres” (Marie Curie, 1ª persona en obtener dos premios nobel, repito: persona). 

 

 

 

Enhorabuena a las que saben que Occidente es el único donde se permite a las mujeres luchar por ser libres

 

Enhorabuena a las mujeres que tienen sexo, no género. A las que saben que la discriminación nunca es positiva. 

Enhorabuena a las que no quieren que el miedo cambie de bando, sólo quieren que desaparezca el miedo. 

Enhorabuena  a las que se niegan a ser iguales a nadie,  que se saben diferentes a los hombres, y no creen por ello que sean inferiores. A las que entienden que esa diferencia es la que les permite complementarse con ellos y formar familias a las que adoran. 

Enhorabuena a las que deciden quedarse en casa y cuidar de su prole, no por imposición heteropatriarcal, sino por amor.

Con piquetes

Enhorabuena también a las que deciden salir a buscarse un futuro en la vida laboral sin ponerse a llorar cada vez que alguien te pone la zancadilla, porque saben que zancadillas las ponen y sufren todos. 

Enhorabuena a las madres que no permitieron a sus hijas ir a cercenar los derechos de otras chicas haciendo piquetes que impedían la entrada a las universidades a estudiantes libres que pese a ser aún muy jóvenes, no se dejan embaucar. 

Enhorabuena a las que saben que el mundo occidental y su tradición cristiana, es el único lugar del planeta donde se ha permitido a las mujeres luchar por ser libres, cosa que han ido consiguiendo por méritos propios y no por leyes estrella, y por lo tanto se niegan a firmar panfletos que con la excusa de la lucha feminista, hablan de anticapitalismo, liberalismo salvaje, etc.

Es en el resto del planeta donde las mujeres siguen con sus derechos fundamentales cercenados, no en el occidente capitalista. 

Enhorabuena  a las mujeres que saben que injusticias hay muchas, y que las sufren todas las personas, y que hay que luchar contra ellas sin dejar que los políticos te utilicen en esa lucha. 

Enhorabuena a las que no dicen miembros y miembras ni portavoces y portavozas, porque se niegan a hacer el payaso para visibilizar a la mujer. 

Enhorabuena a las que deciden aprovechar su cuerpo para ponerse unas mallas ajustadas y entregar un premio en una carrera, y no critican a las que hacen lo mismo en una gala de cine o en unas campanadas. 

El morado

Enhorabuena a las que no dejan que su agenda se la marquen los partidos, a las que tiene agenda propia.

Enhorabuena  a las que se niegan a que la huelga tenga un color, en este caso el morado, porque desde ese mismo momento ya entienden que las están utilizando.

Enhorabuena a las que dijeron que no a ese productor baboso cuando se pasaba con la mano, y acabaron de camareras, no  a las que dijeron que sí, se hicieron millonarias y ahora quieren ir de ejemplo.

Enhorabuena a las sirias que se quitaron el velo, a las iraníes que decidieron coger el coche sin hiyab, porque ellas sí arriesgaban algo, arriesgaban su propia vida.

Y enhorabuena a todas las mujeres que ayer decidieron ir a la huelga para hacer valer sus derechos, respetando a todas  las mujeres que decidieron no ir.