| 23 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pere Navarro
Pere Navarro

La confesión de la DGT que refleja sin tapujos su afán recaudatorio

El director del organismo, Pere Navarro, ha asegurado que con la nueva la ley de tráfico se podrán poner más radares y, por lo tanto, aumentar los ingresos del Estado

| Mr. Meme Opinión

Desde este lunes 21 de marzo, España cuenta con una modificación sustancial de la ley de tráfico. Entre las nuevas normas, destaca la eliminación del margen de 20 kilómetros por hora para adelantar en vías de carril único. Es decir, que si antes estaba permitido alcanzar los 110 kilómetros por hora para adelantar con seguridad a un vehículo que iba a 90, ahora ya no se podrá.

Si un conductor quiere adelantar a un vehículo que vaya a 87 kilómetros por hora, por ejemplo, tendrá que recorrer a solo 90 kilómetros por hora una distancia mucho mayor. Y esa es la principal denuncia de muchas asociaciones de conductores, como la Fundación Fesvial, que ven en esta modificación un aumento de la peligrosidad a la hora de adelantar.

Y es que detrás de esta nueva norma dentro de la ley de tráfico hay un motivo fundamental, y no es el de la seguridad. El propio director de la Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro, ha confesado que esta eliminación del margen de 20 km/h permitirá aumentar los ingresos del Estado. 

“En ningún país de nuestro entorno existe este margen de los 20 km/h en carretera. Disponer de él incita a adelantar, que es una maniobra de mucho riesgo que puede dar lugar a colisiones frontales. En 2019, estas mataron a 239 personas. Y sí, puede favorecer en el futuro la instalación de más radares de tramo, más justos que los que están en un solo punto”, ha espetado. 

Y no debería de extrañar a nadie esta postura. En pleno auge del precio de los carburantes, con nuevos impuestos a los coches con motor de propulsión, sin rebajas fiscales de ningún tipo y con una constante persecución al diésel y al coche de segunda mano, España se está convirtiendo en un país donde ser conductor supone un lujo. 

Para poner en contexto la gravedad de la situación, la DGT está diciendo que modifica la ley para que adelantar sea más seguro, las asociaciones de conductores dicen que todo lo contrario, el director del organismo reitera que sí lo es y confirma que, de paso, se llevarán un buen mordisco porque pondrán más radares. Pero si la norma es más segura, ¿por qué van a aumentar el número de radares en carretera? ¿No se supone que éstos sirven para preservar la seguridad?

Llevamos años de constantes normas excesivas que no han frenado el número de fallecidos en las carreteras (que se mantiene constante desde hace cuatro años). En lugar de probar nuevas medidas o de simplemente adecuar las carreteras para que sean más seguras (por ejemplo, asfaltándolas), el Gobierno quiere poner otro palo en la rueda de la clase media. 

La DGT tiene 688 radares fijos, 92 de tramo, que representan el 60% de las sanciones que interpone anualmente, dejando un total de más de 2,9 millones de multas, si contamos los radares móvile, generando un total de 374 millones de euros con el resto de sanciones. Pero no es suficiente. Sánchez quiere más, mientras los españoles tienen menos.