| 16 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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A propósito de Cifuentes: la cleptomanía es una enfermedad

La expresidenta niega haber cometido un hurto, pero nadie cree en ello. La cleptomanía es una enfermedad que genera adicción e impulsos. Éstas son sus claves psicológicas.

| Pilar Enjamio Opinión

 

 

La cleptomanía es un desequilibrio psicológico creado por un comportamiento impulsivo y nada premeditado. Puede ser puntual, algo light y no considerarse problema, o también puede considerarse un problema clasificado dentro del campo de las adicciones, igual que la ludopatía o la obsesión con el sexo.

No se puede ver como aislada sino que en su origen o trasfondo más profundo se esconden determinados problemas mentales o patologías. En el ámbito de la neuroquímica, relacionada con los neurotransmisores cerebrales. Un nivel bajo de serotonina provoca una conducta impulsiva ya que ésta regula el estado de ánimo y las emociones.

La necesidad irrefrenable de sustraer lleva a la incautación de objetos, carentes o no de valor, y se produce un aumento de otro neurotransmisor, la dopamina. Esta última crea placer y elevación momentánea de la autoestima. En gente con altos cargos o de responsabilidad hay muchísimo estrés y ansiedad.

La ansiedad

A veces un acto impulsivo de sustraer en un supermercado o centro comercial, como parece ocurrir en el famoso vídeo de Cristina Cifuentes, es como un acto de liberación de normas impuestas, de vivir la libertad plena de un delinquir un instante saltándose normas. Por supuesto nada justificable,  pero un claro reflejo de ansiedad o presión de un cargo o problemas emocionales en el ámbito personal.

 

A veces un acto impulsivo de sustraer en un supermercado es un reflejo de ansiedad o presión de un cargo o problemas emocionales en el ámbito personal

 

A veces se produce fruto de una lesión o estrés postraumático de un accidente .Pero podemos decir que entra de lleno en un trastorno obsesivo compulsivo y repetitivo. El rasgo fundamental es el no control de impulsos y emociones. Recuerdo que una adolescente se había iniciado en acciones de robo con su hermana pequeña porque ella le había usurpado el lugar que ella ocupaba antaño. Era una llamada de atención.

Otra persona había sufrido un abandono de pareja y no superaba el trauma de haber sido sustituida en los sentimientos de su expareja. Cuando se adueñaba de objetos sentía como si robase a su relación del pasado a quien se la había robado a ella. La denominaba ladrona de sentimientos y ella a través del robo de pequeños objetos lo comparaba a la vuelta de su pareja del pasado.

La mente es un mundo muy complejo a explorar, con diversidad de matices y colores. Aunque con síntomas coincidentes nadie es igual a nadie y, por supuesto, las raíces profundas de la patología de una conducta son tan complejas como el cerebro humano y la manera de sentir. De cómo se viven los éxitos o frustraciones, de la huella que dejan situaciones vitales laborales y personales y de la infancia.

El tratamiento

Y hay algo muy claro, de forma absoluta, y es que nadie es juez de nadie, ni los medios de comunicación ni el pueblo llano. Y un dicho muy antiguo dice que quien esté libre de pecado tire la primera piedra. Lo contradictorio es que la sustracción de unas simples cremas aniquile la vida de una persona mientras políticos corruptos, implicados en actos gravísimos, siguen en sus puestos. Todo tiene una razón de ser y una lógica que sólo profesionales estudian, analizan y atajan.El resto, el revanchismo, sobra.