Sánchez se inventa una pirueta para calmar a los barones del PSOE

Pedro Sánchez trata a duras penas de apagar los fuegos internos provocados por el complejo escenario surgido de las elecciones generales del pasado domingo y su empeño de intentar formar gobierno con Podemos y los independentistas si el PP no lo logra, que ha levantado en armas a siete barones regionales. Comandados por Susana Díaz.

No obstante, y después de seis días de opiniones cruzadas, el líder de los socialistas cree tener la solución para apaciguar los ánimos antes del Comité Federal del lunes y que no llegue en él la sangre al río.

Publica este sábado El Mundo que Sánchez se reunirá este domingo con sus barones para presentarles una propuesta de resolución que limita la negociación de un posible pacto de investidura sólo a aquellos partidos que renuncien a poner sobre la mesa un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Ello excluiría a ERC pero también a Podemos en el caso de que Pablo Iglesias no se apee de su postura de promover que el pueblo catalán vote.

Este documento contrarresta otro que venían negociando bajo cuerda varios dirigentes autonómicos. Entre ellos los presidentes de Andalucía, Susana Díaz; la Comunidad Valenciana, Ximo Puig; Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; Asturias, Javier Fernández; Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y Aragón, Javier Lambán.

El de Sánchez será debatido de manera informal el domingo con idea de pactar uno de consenso y sometido a votación en el Comité del lunes. 

En cualquier caso, el candidato socialista sigue creyéndose con opciones de llegar a La Moncloa. Según su entorno, se ve presidente porque considera que el PSOE, por su mayor capacidad de diálogo, tiene más opciones de articular una fórmula de gobierno.

Su idea es un Ejecutivo monocolor que se sustente en un "programa común" con el que aspira a convencer a Podemos, Ciudadanos y otros partidos como IU, PNV y CC para que permitan su investidura.