Iglesias ataca a Rivera a la desesperada ante el derrumbe de Podemos

Qué no le estarán diciendo las encuestas a Pablo Iglesias sobre el peligro que supone Ciudadanos que ahora el líder podemita se dedica a bombardear a Albert Rivera y a elogiar a Rajoy. No es la primera vez que lo hace, pero cada vez intensifica más sus ataques. "A Rivera le hubiera gustado estar en la foto de las Azores; me apena escuchar a un político joven el mismo discurso que a José María Aznar", afirmó coleta morada. Al presidente, sin embargo, le vio con "sensisbilidad" para entender la "complejidad del problema sirio".

Y lo dijo en el Ritz, donde ya estuvo hace algo menos de un año y medio, cuando su presencia hizo correr ríos de tinta y batió récords de expectación. ¡Cómo han cambiado las cosas desde entonces! Y, sobre todo, ¡cómo se ha transformado Iglesias! Queda muy poco del revolucionario que llegó al hotel más lujoso de Madrid advirtiendo de que no quería "expropiarle a las señoras sus abrigos de visón" ni a los caballeros "sus Rolex". Aquel Pablo Iglesias comenzaba entonces su metamorfosis. Ya no era gusano y estaba entonces en fase de capullo.

Ahora ya es mariposa o, mejor dicho, quiere hacernos ver que es mariposa, que no queda nada de aquel líder que quería "asaltar el cielo" que anunciaba que "el miedo está cambiando de lado". Ya no hay "tictac, tictac", sólo "voluntad de colaboración" y "lealtad institucional" con Rajoy en el problema del yihadismo internacional.

Hasta se ha olvidado de Venezuela, un país que según dice ahora "está tan lejos que me cuesta ubicarme en él". No es broma, lo dijo tal cual. Como también que la hasta hace nada putrefacta Constitución Española del "régimen" del 78 "ha aportado muchas cosas", entre otras un "consenso para avanzar". Parece que ya no hay que quemarla. Podemos lo ha cambiado todo, afirma Iglesias. Cosas al parecer tan importantes como las que él mismo enumeró: que los líderes de los principales partidos de la oposición tienen alrededor de 40 años, que los tertulianos son treintañeros, que el uso de la corbata es ya "excepción"... Cambios decisivos, sin duda.

Y todo esto sucede en el año 37 d.P. (después de Pablo). No es coña, es la manera en la que el abducido ex JEMAD, Julio Rodríguez, cuenta el tiempo. El ex Jefe del Ejército, ahora podemita a ultranza, fue el encargado de presentar a su líder en el Ritz. Y dejó al auditorio anonadado con una frase: "Aquí estamos, 37 años después del nacimiento de Pablo Iglesias". Para Rodríguez, que no mostraba signos externos de haberse dado un golpe en la cabeza, la historia parece que se cuenta a partir del nacimiento de coleta morada. El nuevo mesías es un "firme candidato a la Presidencia del Gobierno" que "nos ha mostrado", dijo, "cuál es la vacuna para combatir a los que quieren debilitar la democracia" y ha logrado que "mucha gente recupere la ilusión por la política". Ahí queda eso.

Menos mal que están las urnas, más allá de las palabras y las opiniones. Ya saben, elecciones generales el 20 de diciembre... del año 37 d.P.