| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Crepúsculo

Sánchez no puede pretender que España tenga el peso que se merece en el mundo libre, mientras sus socios parlamentarios apoyan regímenes autoritarios como Venezuela o Cuba

| Fernando de Rosa Opinión

Fernando_de_Rosa_1

La famosa película dirigida por Billy Wilder: “El crepúsculo de los dioses”, refleja claramente la política que está llevando Vladimir Putin en su invasión de Ucrania. Es como la antigua estrella de cine que vive fuera de la realidad y que quiere escribir un nuevo guion de cine con el que quiere volver a su estrellato.

En la película se recuerda que los sueños se pueden desvanecer, y que las ansias de grandeza pueden venirse abajo en cuestión de momentos. En realidad, desconocemos el desenlace de la guerra en Ucrania, pero lo que sí se advierte es que el deseo de Putin de cambiar el equilibrio mundial no se cumplirá tal como lo había diseñado.

Los europeos tenemos que sacar como conclusión que debemos ser dueños de nuestro destino, y que es mejor unidos que separados. La Unión Europea y la OTAN son garantía de democracia y así lo entendieron las repúblicas del centro y este de Europa tras la caída del muro de Berlín. También así lo entendió España cuando apostamos, como proyecto de nación, por la entrada en ambas organizaciones.

Rusia se ha equivocado. Se ha quedado sola en el mundo. Solamente le han apoyado en su loca invasión de Ucrania, países como Venezuela, Cuba o Irán, lo cual ya pone de manifiesto la caricatura en que se ha convertido el mandatario ruso.

Pero es necesario analizar la repercusión de esta invasión en la política española. Así, tenemos un gobierno que de nuevo navega en la contradicción. Por un lado, se ha puesto al lado de las medidas acordadas en el seno de la Unión Europea y la OTAN, pero por otro, Izquierda Unida, partido al que pertenecen la vicepresidenta Yolanda Díaz y el ministro Garzón, ha convocado manifestaciones equiparando a la OTAN con Rusia. “No a la OTAN y no a la guerra”, ha sido el lema coreado por los manifestantes.

Incluso hemos de recordar las fotografías de Garzón luciendo una sudadera con las siglas de la antigua Alemania comunista y la defensa de Yolanda Díaz a los regímenes autoritarios del pasado y presente equiparando comunismo con la democracia y la libertad.

Esta doble voz del gobierno de España ha provocado que nos viéramos excluidos de la toma de decisiones en la presente crisis. Por desgracia, no somos de fiar para las naciones democráticas, porque tenemos comunistas en el gobierno.

Incluso participan dirigentes socialistas y comunistas españoles en el grupo de Puebla, foro político que reúne a dirigentes izquierdistas y populistas de América Latina, que ha pedido la retirada de sanciones a Rusia, así como consideran que la responsabilidad en la invasión de Ucrania recae en la OTAN por el quebrantamiento de los acuerdos de Minsk.

No hay que olvidar que la voz principal en dicho foro es la del dictador Maduro. El expresidente del gobierno Zapatero, la dirigente socialista Adriana Lastra y la ministra de Podemos, Irene Montero, tienen participación activa.

También hemos conocido que Pedro Sánchez se ha negado a enviar armamento en defensa de la democracia en Ucrania por imposición de sus socios comunistas de Podemos.

España debe mostrar su cara más europeísta y contribuir a la defensa de la libertad en Ucrania. Nuestro Gobierno ha de presentar sin fisuras una posición clara

El comunismo y populismo internacional están en pleno crepúsculo y muestra de ello es su alineamiento con un régimen totalitario como el de Rusia, gobernado por Putin y su corte de oligarcas ultracapitalistas, que no han dudado en utilizar métodos terribles para deshacerse de los opositores.

España debe mostrar su cara más europeísta y contribuir a la defensa de la libertad en Ucrania. Nuestro Gobierno ha de presentar sin fisuras una posición clara y por lo tanto, Sánchez debe prescindir de los ministros comunistas, que como la protagonista de la película “el crepúsculo de los dioses”, viven en una realidad falsa.

Sánchez no puede pretender que España tenga el peso que se merece en el mundo libre, mientras sus socios parlamentarios apoyan regímenes autoritarios como Venezuela o Cuba y son equidistantes e incluso, en ocasiones, comprensivos con la masacre de los ciudadanos de Ucrania que quieren vivir en Libertad.

El crepúsculo es la claridad de la luz al salir o al ponerse el sol, por eso para los demócratas lo importante es que tras el crepúsculo sale el sol y para los autoritarios tras el crepúsculo viene la noche. Desde luego yo prefiero el sol.