| 23 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, comiendo una fresa durante su visita a Doñana.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, comiendo una fresa durante su visita a Doñana.

Fresón de Bucha: el papelón de Alemania en Doñana y Ucrania

Alemania sigue con su complot contra las fresas españolas en vez de visitar Kiev, donde hay otro tipo de siembra: una de cadáveres. Prefieren el jamón de Huelva a las raciones de Bucha.

| Alberto Alonso Opinión

Lamento que el viaje a España de la delegación del Bundestag para inspeccionar a los productores de fresa española se haya cancelado. Venían desde las prósperas y lejanas tierras del Norte a traernos luz y conciencia a los pobres católicos del Sur. Nos iban a instruir sobre mejores y más apropiadas técnicas de regadío y aprovechamiento del agua traídas desde la árida Germania que, sin duda, habrían revolucionado nuestro atrasado sistema de cultivo medieval. 

Nos habrían ilustrado sobre el impacto en el medio ambiente que nuestros brutos agricultores dejan tras de sí. Vergüenza nos tendría que dar: esquilmar nuestros recursos hídricos para producir un puñado de fresas. Así no, España. Así no.

Cajas de fresas de la empresa Fresón de Palos.

Me consuelo pensando en que la expedición alemana quizá pueda atender algún asunto secundario y visitar Kiev, donde hay otro tipo de siembra: una de cadáveres. Claro que nuestros ínclitos salvadores tendrían que cambiar Huelva por Bucha -donde yacen al menos 400 civiles ejecutados con las manos atadas a la espalda-, y el jamón y la gamba por raciones de campaña. Sin duda podrían inspeccionar adecuadamente y sobre el terreno la “huella ecológica” de las tropas rusas.

 

Estoy seguro de que los ucranianos con su presidente a la cabeza estarían encantados de recibir a la delegación alemana para tener la oportunidad de explicarles a qué dedica Vladimir Putin sus ingresos por petróleo. Seguro que la postura de los políticos alemanes en las primeras semanas de la invasión de Ucrania entorpeciendo, suavizando o directamente rechazando sanciones contundentes a Rusia, se hizo pensando en el rastro ecológico que dejaban irresponsablemente tras de sí los combatientes ucranianos al defenderse.

Alemania, segundo cliente mundial de combustibles fósiles rusos

Por su bien y por el del Planeta les enviaron ni más ni menos que 5.000 cascos "protectores", más respetuosos con el medio ambiente que los tanques Leopard que los alemanes prohibieron enviar al frente. Solo una radical movilización social insensible a la sostenibilidad como Free the Leopards, logró vencer el compromiso germano por un mundo verde. 

Sí, Alemania es el segundo cliente mundial de combustibles fósiles rusos desde que empezó la guerra, pero visitar los campos de extracción en tierras rusas para supervisar su impacto en el medioambiente no es tan urgente como la misión eco-evangelizadora de la ignorante España.

 

Como digo, lamento que Alemania no haya tenido la oportunidad de inmiscuirse en los métodos de producción de la fresa española y de enseñarnos cómo erigirse en faro de la moral de las buenas conductas. Mientras tanto, como declaró Zelensky, favorecen su economía "gracias a la sangre de otros". Los del Sur no podríamos dormir por las noches. Por favor, ilústrennos.