| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Cinco falacias forman los pilares de la estrategia de Sánchez.
Cinco falacias forman los pilares de la estrategia de Sánchez.

Las cinco falacias que sostienen la estrategia de Pedro Sánchez

El líder del PSOE mantiene la ilusión de llegar a La Moncloa. Pero su discurso para ser presidente del Gobierno se fundamenta en cinco falsedades que repite de forma machacona una y otra vez

| Benjamín López Opinión

Desde que fue propuesto por el Rey como candidato a la investidura, la estrategia de Pedro Sánchez se fundamenta en cinco falacias que conviene desmontar:

 1.- Sánchez dice que no quiere hablar de sillones con Iglesias sino de soluciones. Es cierto en parte y ya se sabe que esas verdades a medias suelen ser las peores mentiras. “Cuando me reúna con Iglesias vamos a hablar de soluciones, no se sillones y, desde luego, vamos a hablar del motivo por el que hay un bloqueo institucional”, decía el martes en Canarias. El líder socialista no quiere hablar de las poltronas de los demás -menos aún de los de Podemos- pero sí de la suya. Parte de la premisa de que él tiene que ser el presidente del Gobierno. Lo demás es discutible.

Sánchez parte de la base de que él tiene que ser presidente a toda costa

Para que no haya duda al respecto lo dejó muy claro el portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López, cuando Rivera sugirió que no es obligatorio que Sánchez sea el presidente. “El acuerdo incluye a Pedro Sánchez como candidato. Es cierto que ahora no hay un candidato propuesto por el Rey, pero es verdad que el acuerdo está con Sánchez como candidato. El acuerdo es el acuerdo”, dijo López. Es decir que primero hablamos del sillón, el de Pedro Sánchez, y luego de todo lo demás.

2.- Sánchez dice que el acuerdo con Ciudadanos está abierto a otros partidos. Es cierto pero también a medias. Está abierto a todo aquel que quiera pasar por el aro de ese acuerdo. Es decir, el que esté dispuesto a darle su apoyo o abstenerse. En el momento que cambie una coma del mismo es bastante probable que Rivera lo rompa. Y más aún cuando los futuros socios que busca el secretario general del PSOE están en la izquierda radical y ni siquiera se invita a Ciudadanos a esas reuniones. Ahí está el ejemplo del encuentro que han sostenido con IU y el que trama con Iglesias. Pensar que esas formaciones van a aceptar sin más el acuerdo PSOE-C´s es tratarnos a todos de imbéciles.

Además, mientras Rivera se empeña en sumar al PP, el PSOE dice que no quiere saber nada de los populares y que no hay nada que hablar con ellos.

El del PSOE agita la bandera de la corrupción del PP pero se olvida de la suya propia

3.- Sánchez dice que los ciudadanos han votado cambio. Otra media verdad. El socialista trata de establecer un juego que no pasa por izquierda contra derecha ni por constitucionalistas versus separatistas sino por Rajoy contra todos los demás. Es cierto que ese odio al PP es lo único que une a las demás fuerzas pero es mentira que sea suficiente como para aglutinarles en torno a Sánchez. Con esa misma argucia argumental podríamos decir que los ciudadanos lo que han votado es defensa de la Constitución. Es cierto en parte pero no es lo que ha movido a los votantes a depositar una u otra papeleta. Lo mismo con el supuesto cambio.

4.- Sánchez dice que no puede hablar con el PP porque es un partido corrupto. No más, ni menos, que su propio partido. Frente a Rato encontramos a Hernández Moltó; frente a la Gürtel y a Púnica tenemos los ERE y los cursos de formación; frente a Bárcenas aparece Besteiro. Y así sucesivamente. Otra cosa es que unos casos vendan más que otros o se amplifiquen más que otros. Es paradigmático cómo hace unos días, mientras Chaves y Griñán declaraban en el Supremo la foto de las portadas digitales iba dedicada a Rita Barberá

5.- Sánchez se sigue viendo a sí mismo como candidato porque cuenta con 130 escaños. Esto no es media verdad, es mentira al cien por cien. Tiene 90 pelados. Los otros 40 son de C´s, constituyen un préstamo puntual y es seguro que los va a perder en cuanto su acercamiento a Iglesias vaya más allá de las palabras. El socialista sigue adoptando la pose de presidente del Gobierno cuando ni siquiera tiene el futuro garantizado en su propia casa. Susana Díaz parece dispuesta a darle el zarpazo en mayo. Eso le vuelve más peligroso porque le pone contra las cuerdas. Sólo si es presidente salvará el pellejo y el único camino es el de la izquierda radical.