| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pedro Sánchez, un presidente atrapado en el tiempo por su pasado

El líder socialista se encuentra preso en un bucle inabarcable por sus propias decisiones políticas previas, que ahora le confinan en una foto fija de alianzas con precio.

| Juan José Cámara Opinión

 

 

Pedro Sánchez esta utilizando frenéticamente su gobierno en funciones para realizar una campaña propagandística permanente con un solo objetivo: Un pacto a la portuguesa. En Portugal PCP y el "Bloco d'esquerda" (la Podemos lusa) dieron sus votos a los socialistas para impedir que gobernara la derecha vía moción de censura.

Lo que no explica Sánchez es que esta coalición no se formó para cambiar el modelo territorial de Portugal o desenterrar a Salazar sino para acabar con la austeridad de Bruselas, con un modelo donde sin embargo ha primado el recorte del gasto y la inversión pública y ha traído una fuerte conflictividad laboral en el país vecino.

Sánchez no se fía de Podemos con razón porque con la sentencia del proceso separatista en Septiembre no puede confiar la responsabilidad de gobierno a un partido que cree en la autodeterminación,ataca la independencia judicial afirmando que hay presos políticos  y quiere acabar con el 155. No obstante ni Podemos ante ese acuerdo programático propuesto ni PNV, ERC , JuntsxCatalunya y EH Bildu van a dar el 'sí' a Sánchez si el PSOE no ha negociado con ellos.

Como en la famosa película de los 80 Sánchez parece condenado a quedar atrapado en un ciclo de tiempo plagado de desconfianza a izquierda y derecha

Sanchez que teme la gran conflictividad que se prevé en Cataluña  con la próxima sentencia preferiría una "grosse koalition" a la alemana con Ciudadanos con quienes ya intentaron la fallida investidura de 2016 y comparten no pocos elementos comunes ignorando quizás que Cs nació en Cataluña como reacción precisamente a sus antiguos socios de moción de censura ERC y JXC.

El gran tapado en esta vía es el PP que se ofreció en la última investidura a apoyar nuevos pactos de Estado que podrían ser educación, las pensiones, el refuerzo del modelo autonómico y ,cómo no,más feminismo.El problema es que el PP pretende cobrarse la cabeza de Sánchez en respuesta a la moción de censura de Rajoy aceptando cualquier otro candidato: exactamente la misma propuesta que hizo entonces Sánchez a Rajoy.

Su condena

Pedro Sánchez convoco a un país entero a unas elecciones anticipadas por carecer de la confianza de sus socios de moción de censura para aprobar  los presupuestos; pretende un acuerdo "no gubernamental" donde nadie sabría exactamente el precio al que esta dispuesto a pagar a cambio de que no se sienten en el Consejo de Ministros  separatistas y podemitas pero cuando se refirió en la ultima investidura a "compartir la soberanía de un país" es fácil imaginarse que esta dispuesto a todo.

Como en la famosa película de los 80 Sánchez parece condenado a quedar atrapado en un ciclo de tiempo plagado de desconfianza a izquierda y derecha, una desconfianza tejida con sus traiciones y bandazos; repitiendo el mismo día una y otra vez y cuyo fruto invariable es el bloqueo legislativo, estériles intentos de investidura y la prórroga de unos  presupuestos de un lejano gobierno anterior.