| 23 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez y los condenados del procés
Pedro Sánchez y los condenados del procés

¿Qué apostamos?

El autor explica el inmenso coste institucional, político y económico de la rendición del Gobierno ante el separatismo y presagia cómo evolucionará el nuevo "procés".

| Fernando de Rosa Opinión

 

Hoy en día, la apuesta que se hace en los mentideros políticos es: ¿Cuánto dinero vale estar en el Gobierno durante dos años más? La cifra se está calculando en la sala de máquinas de la Moncloa. Esa es la tarea encomendada a Iván Redondo, el cual durante estos días está cuantificando, euro a euro, lo que nos va a costar a todos los españoles mantener en el gobierno a Pedro Sánchez y a sus 22 ministros, ministras y ministres.

Realmente lo que más le preocupa al presidente no son sus ministros, sino los 746 asesores que cada día se afanan en convencernos a los españoles, de lo maravilloso que es “Pedro”, y para ello se elevó un 23,6% la cifra de asesores durante la pandemia, con la finalidad de inventar eslóganes para anestesiar a los ciudadanos para que no nos diéramos cuenta de las mentiras de este gobierno.

Pero para mantenerse en el poder y pagar a una larga corte de aduladores es necesario comprar los votos de los partidos independentistas, y Pedro Sánchez está dispuesto a pagar lo que sea. No solamente está pagando con indultos y acercando los presos etarras, sino que sus insaciables socios lo que más quieren es dinero para seguir con sus proyectos independentistas.

 

La cifra entregada a Cataluña del fondo de financiación ha sido de 10.789,08 millones de euros en lo que llevamos del año 2021, es decir el 38,97% del total entregado a las Comunidades Autónomas. Sin duda, esta cantidad causa estupor, sobre todo en estas fechas en las que los españoles acabamos de pagar nuestros impuestos. Pero la pregunta es clara: ¿Existe control para impedir que parte de ese dinero vaya a proyectos que financien la independencia?

De lo que se va a tratar en la mesa de negociación de septiembre, es la fijación de un precio para que el independentismo rebaje el ruido durante los dos años que quedan de legislatura

Hemos comprobado que el Tribunal de Cuentas ha resuelto el embargo de los bienes de los golpistas por haber destinado dinero público para financiar el golpe de Estado, y que la Generalitat catalana está estudiando cómo pagar dicha multa con dinero público, es decir, con parte de ese dinero que se le ha transferido.

Así pues, los españoles tenemos que darnos cuenta que el dinero de nuestros impuestos se destina a mantener la hoja de ruta del independentismo, mientras tanto, nos piden que seamos patriotas y apostemos por la concordia y el perdón.

Pero del dinero no dicen nada. No nos cuentan cuanto nos va a costar de nuestros ahorros y pensiones, de la factura de la luz y de nuestro sueldo, esa concordia. No quieren decirnos que el déficit está disparado por el agujero negro que supone la bancarrota de la Generalitat catalana, la cual ha gastado millones de euros en su golpe de Estado.

Hay que recordar la creación de las embajadas catalanas por todo el mundo con decenas de sueldos destinados a hablar mal de España. Hay que acordarse de cómo se pagaron las urnas del referéndum, cómo se multiplicaron las subvenciones a entidades privadas para organizar actos delictivos descritos perfectamente en la sentencia del Tribunal Supremo. Todo con nuestro dinero.

Pagan los ciudadanos

Cada vez que oigamos a Sánchez hablar de perdón, hay que pensar cuánto nos va a costar a los españoles que cumplimos la ley y pagamos nuestros impuestos, porque de eso se trata, de pagar y seguir pagando, de exprimir a España, aunque el eslogan independentista sea: “España nos roba”.

No podemos caer en la trampa de las palabras que inventan en la Moncloa apelando a los sentimientos nobles de los españoles. No debemos dejarnos poner una venda en los ojos, porque de lo que se va a tratar en la mesa de negociación de septiembre, es la fijación de un precio para que el independentismo rebaje el ruido durante los dos años que quedan de legislatura.

Y así permitir que Sánchez tenga opciones de volver a gobernar, y pasados esos dos años, Dios dirá, o como dijo Rufián “denos tiempo”, y ese tiempo vale millones de euros de nuestros ahorros y pensiones, en definitiva, de nuestros bolsillos. ¿Qué apostamos?