| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Dolores Delgado
Dolores Delgado

Delgado y Garzón, el tándem de Pedro Sánchez para someter al Poder Judicial

No se puede apoyar la renovación del CGPJ porque se estaría facilitando la hoja de ruta de un cambio constitucional que necesita un Poder Judicial doblegado.

| Fernando de Rosa Opinión

 

La independencia del Poder Judicial es uno de los principios fundamentales que debe perseguir toda democracia, y estoy convencido de que esta afirmación es compartida por la inmensa mayoría de los españoles, con excepción hecha de aquellos grupos antisistema cuyo modelo es la Justicia bolivariana de corte totalitario.

Pero esta independencia  se está cuestionando hoy en día por la presión que el Gobierno socialcomunista está efectuando sobre jueces, magistrados y fiscales. Es tan grande la presión, que la presidenta de la Asociación de Fiscales, mayoritaria en la carrera fiscal, ha llegado a afirmar que “existe la sospecha de que el Gobierno intenta controlar la Justicia desde abajo y desde la cúpula”.

Una denuncia que en cualquier país europeo provocaría que el Ministerio de Justicia efectuara un compromiso con los ciudadanos de respeto al Poder Judicial. Pero en España el Gobierno no es que se haya negado a disculparse, sino que ha dado una nueva vuelta de tuerca anunciando una reforma de la Ley para poder controlar el órgano de gobierno de los jueces con una simple mayoría, obviando el consenso que el constituyente quiso que existiera para cualquier modificación del gobierno del Poder Judicial.

 

Esta reforma anunciada es el primer paso en el cumplimiento de la amenaza del Vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, efectuada contra la oposición en el Congreso de los Diputados: “No volverán a gobernar este país”, fórmula que ya empleó hace unos años el dictador venezolano, Hugo Chávez, actuando al dictado de sus asesores, hoy dirigentes de Podemos.

La hoja de ruta autoritaria tiene dos etapas, una que ya se ha puesto en marcha con la designación de Dolores Delgado como Fiscal General del Estado.  Y la segunda etapa, es la ocupación del Poder Judicial expulsando de la negociación al Partido Popular que no ha aceptado sentarse a negociar la renovación del CGPJ mientras esté presente Podemos, por sus insultos a los jueces y ataques a la monarquía.

Ya hemos podido comprobar cómo la sectaria Fiscal General del Estado está iniciando la purga de todos aquellos fiscales moderados y defensores de la Constitución, para facilitar que se controle desde el Gobierno la Fiscalía Anticorrupción y las distintas Salas del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional.

El tándem Garzón-Delgado es el ariete escogido por Sánchez e Iglesias para doblegar al Poder Judicial, y para eso necesitan un órgano que colabore

En esta operación, el Gobierno no solo cuenta con Dolores Delgado, sino que  tiene como verdadero cerebro en la sombra al exjuex, condenado por prevaricación  y expulsado de la carrera judicial, Baltasar Garzón, que es la mano que mece la cuna del asalto a la Justicia.

Y que está diseñando la futura purga en la carrera judicial, para controlar la nueva “normalidad judicial” anunciada por el propio Ministro de Justicia Juan Carlos Campo, con sus ya famosas palabras: “estamos ante una crisis constituyente”, crisis provocada desde la Moncloa y que persigue un cambio en la forma del Estado.

La muerte de la independencia

El tándem Garzón-Delgado es el ariete escogido por Sánchez e Iglesias para doblegar al Poder Judicial, y para eso necesitan un órgano de los jueces que colabore y dé apariencia de legalidad a su ocupación, purgando cualquier atisbo de oposición. No hay que olvidar que controlando el CGPJ, se controlan los nombramientos en los puestos clave de la Justicia, el nombramiento de dos magistrados del Tribunal Constitucional, y la comisión disciplinaria donde se investiga a los jueces y magistrados.

Por ese motivo, no se puede apoyar la renovación del CGPJ en las actuales circunstancias, porque se estaría facilitando la hoja de ruta de un cambio constitucional que necesita un Poder Judicial doblegado y sumiso.

Nunca la zorra pudo entrar en el gallinero, porque es la muerte segura de las gallinas, por eso nunca Podemos y los antisistema pueden entrar en el órgano de gobierno del Poder Judicial, porque sería la muerte de la independencia de jueces y magistrados.